Cuba navega en medio de aguas procelosas. No hay tregua, y la Internet ha venido a ser un nuevo espacio de guerra psicológica y no convencional. En la era del Big Data pocas veces se sabe quién tiró la primera piedra, a veces siquiera cómo comienzas las cosas, menos cómo podrían terminar. Las emociones no tienen brida y muchos parecen jinetes lanzados a la desbandada, casi siempre carentes de información y racionalidad.
