Amanece y casi al mismo tiempo en que los primeros rayos del Sol irrumpen en la oscuridad de la habitación, los más pequeños de casa abren los ojos. Entonces el adulto responsabilizado de quedarse en casa y cuidarlos debe dar play a su rutina cotidiana, en muchos de estos casos compartida, pues se conjuga con el cumplimiento de las labores del trabajo a distancia.
