Las Tunas.- El pasado 6 de julio reabrió sus puertas el Parque de diversiones de Las Tunas, con regocijo Tiempo21 publicó la puesta en marcha de la instalación que ofrece opciones de disfrute a grandes y chicos.
Además de remarcar el esfuerzo de varias empresas que trabajaron en la reanimación de los equipos y otras áreas, señalamos las amplias ofertas gastronómicas que se expenderían en el parque para complementar un día de recreo en familia.
Sin embargo, a casi dos meses de su entrada en funcionamiento, mucho deja que desear una visita a esta instalación.

Muchos habitantes, no solo del municipio de Las Tunas, llegaron al recinto este domingo 25 de agosto en busca de una sana distracción para el fin de semana, mas, en el horario del mediodía se carecía de ofertas gastronómicas. A la 1:00 de la tarde se había agotado el único sabor de helado que se vendió durante la jornada.
Leandro González Rondón refirió que quiso darle a su hijo un día de esparcimiento, sin embargo obtuvo lo contrario al no alcanzar a comprar helado.
Escuche las declaraciones de Leandro González:
Por otra parte, en la cafetería, nos explicaron que desde hace tres días los bocaditos no están a la venta por falta de pan, y el refresco enlatado que se expende a 10 pesos moneda nacional estaba caliente, a pesar del sofocante sol que en la etapa estival vivimos en Cuba.
Aunque a esa hora todavía era abundante el público, niños en su mayoría como es habitual en estos espacios, no todos los equipos estaban en funcionamiento, aunque se dijo que todos fueron reparados y prestarían servicios.

En días anteriores Angel Luis Batista viajó desde el poblado de Las Parras, en Majibacoa, para disfrutar con su familia de las opciones de un parque recientemente remozado, pero grande fue su decepción al encontrar pocos aparatos funcionando y escasas ofertas gastronómicas, solo pudo adquirir helado, lo que señala la inestabilidad en el abastecimiento de este producto altamente demandado.
Escuche las declaraciones de Ángel Luis Batista:
En contraposición a estas escenas, varios trabajadores no estatales sí venden sus productos y no carecen de ofertas, algunas a sobreprecios. Quienes deben ser complemento no pueden acaparar el protagonismo de la venta de comestibles, que en algunos casos, carecían de la higiene necesaria para expender alimentos. (Natacha Reyes y Esnilda Romero).


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