Dixan: cosecho el agua que le da vida a mi finca

24 de Jul de 2019
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Las Tunas.- Una de las estrategias que permite enfrentar con buenos resultados la escasa disponibilidad de agua para la agricultura y el consumo humano, es la «cosecha de agua».

Esta técnica se aplica en diversos lugares dentro de la geografía tunera y se caracteriza por la recolección del vital líquido derivado de las lluvias, para usarlo con fines productivos.

Dixan Pérez Santos es uno de los practicantes de esta técnica, importante sobre todo para el desarrollo de los cultivos en municipios tan secos como Manatí.

«Entre un 70 u 80 por ciento de las fortalezas de una finca están en el agua. Si no hay agua, no tenemos nada.

«Yo vivo en el municipio de Manatí, que debe estar entre los más secos de la costa norte tunera y me dediqué a hacer un embalse que me permitiera cosechar agua.

«Hoy, con ayuda del Programa Mundial de Alimentos (PMA) que me facilita un parte semanal sobre las precipitaciones, planifico las cosechas con el agua que tiene dentro del embalse».

El joven, de apenas 36 años de edad, y perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Mártires de Manatí, cosecha el agua a más de dos kilómetros alrededor de la finca con la construcción de canales y zanjas que posibilitan que todo aguacero que caiga a esta distancia tribute agua al embalse.

Más conocido como «el chino», mantiene producciones diversificadas en su finca de una caballería a la cuál reconoce como «El Esfuerzo».

«He logrado altos rendimientos en la finca. Ahora mismo estoy trabajando con el PMA en la siembra de frijoles biofortificados que han aportado significativamente al consumo social del municipio y de la provincia.

«Estoy en el proyecto BIOMAS-CUBA, que nos muestra una correcta producción de alimentos con el uso de microorganismos y abonos orgánicos.

«Me dedico a la producción de cultivos varios, ganado menor, la parte cunícula y a la producción de alimentos para los animales… es una finca diversificada».

Con el uso de técnicas agroecológicas y el rescate de las tierras, Dixán ha comprobado cómo han ido en aumento la calidad de sus producciones.  De tierras dañadas y burrales de más de 30 años de explotación, ha obtenido racimos de plátanos de burro de hasta 90 libras.

«He logrado entregar más de ocho toneladas de col, cuatro de frijol, cinco de pepino… ahora mismo estoy sembrando una hectárea de frutabomba, guayaba, mango.

«Vivo orgulloso de mis resultados y creo que jamás dejaré de labrar la tierra. Soy un guajiro natural».

La cosecha de agua, como una gran aliada de la agricultura y el uso de las técnicas agroecológicas han hecho de Dixán un joven agricultor tunero con excelentes resultados en su labor.

Conversar con él es suficiente para percatarse de que el esfuerzo caracteriza a este joven manatiense, capaz de hacer renacer a una tierra, a un pueblo.

/nre/

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