Che Guevara, un ejemplo que no languidece

8 de Oct de 2022
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El Che que no olvidamos

Las Tunas.- El médico del Yate Granma, el Comandante de la Columna Ciro Redondo, el Guerrillero Heroico, el Che de los cubanos, se convirtió en leyenda, cuando un soldado boliviano  apretando los ojos, descargó el peine de su arma contra un Ernesto Guevara de la Serna,  herido, famélico y atado. Era el 9 de octubre de 1967.

Aseguran que miró fijamente a su asesino, que temblaba ante el cumplimiento de la orden, y le dijo: serénese que solo va a matar a un hombre y con la misma valentía que enfrentó al imperialismo, aceptó su destino.

La Central de Inteligencia Americana CIA) lo perseguía ferozmente.  Ya la radio, el día anterior, había difundido su muerte en combate. Sabía que no existía escapatoria.

Guevara estaba en selva de Bolivia al mando de un grupo de cubanos y bolivianos en el empeño de hacer una Revolución desde 1966. La pugna por la dirección de la guerrilla provocó que el contingente quedara aislado y sin recursos en medio de la inhóspita selva.

Los guerrilleros estuvieron atrincherados esperando la noche para tratar de escapar, cuando El Ejército Boliviano, armado y adiestrado por el gobierno estadunidense, estableció un apretado cerco en la quebrada del Yuro.

Con solo 16 hombres hambrientos y agotados, el Che dio dura batalla e importantes bajas al enemigo. Trato de lograr una salida de escape para cada uno de sus compañeros.

Al quedarse sin municiones y herido en una pierna, intentó ascender por la hondonada con la ayuda de  Simeón Cuba, cuando dos soldados les salieron al paso encañonándolos.

Mientras la noticia de su captura llegaba a La Paz, los prisioneros fueron conducidos al poblado más próximo a la zona de guerra, La Higuera.

Tras el ajusticiamiento del Guerrillero más célebre de todos los tiempos, el cadáver fue exhibido en un acto de insana jactancia por los sicarios en la escuelita del lugar.

El mundo no podía aceptar la noticia, que despertó sentimientos encontrados. El pueblo cubano que en acto de amor le había otorgado la Ciudadanía por Nacimiento, lo lloró amargamente.

Tras largos años de gestiones, el gobierno de Cuba logró recuperar los restos de los combatientes de la guerrilla. En 1997, coincidiendo con el aniversario 30, fueron encontrados, identificados y trasladados al Memorial de Santa Clara, donde se les rinde justo homenaje.

Su imagen e ideas cada vez llegan más lejos desafiando a quienes pretendieron acallarlo con su muerte, y hoy flamean en miles de jóvenes que claman por un mundo más justo.

/mga/

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