Las Tunas.- En sus manos está el reconocimiento a la consagración, un premio moral que los distingue y el que aprendieron a conquistar con el sacrificio del ejemplo.
Cuarenta y uno años antes un visionario apostó por una instalación hasta entonces impensada y Las Tunas tuvo su Hospital Provincial.
Entre los distinguidos hay memorias y presente. Los días más difíciles de la Covid-19 los descubrieron atareados para responder a una demanda sanitaria sin precedentes y una enfermedad donde les iba la vida.
Todos fueron valiosos; desde profesionales de la medicina hasta los obreros del servicio general llegaron al podio y se unieron, en la solemnidad del reconocimiento, a un homenaje.
Fidel regresó al Guevara. Volvió entre la convicción de los más adultos, la inquietud de los más jóvenes y su atracción por lo nuevo; la irreverencia al olvido.
Cinco años es poco tiempo, es mucho. Fidel siempre en destiempo, porque el que crea lo distinto, trasciende o se expone al riesgo del juicio.
La historia es cada día de la vida. Ahora regresa con sus aciertos y tropiezos, pero sin sucumbir en apagar el sueño de un hombre nuevo.
Hospital Provincial Ernesto Guevara, Las Tunas, Oriente de Cuba. Los trabajadores fueron reconocidos por su labor durante el pico pandémico de la Covid-19.
Fidel estuvo entre ellos y se hizo reconocimiento, distinción a los más valientes, a la vanguardia y a los del paso sencillo, pero necesario.
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