Personajes de mi gremio: el Ville

8 de Jul de 2018
Portada » Noticias » Personajes de mi gremio: el Ville
Personajes de mi gremio: el Ville

El Ville tenía a la espeleología como una de sus grandes pasiones.

. Acaba de fallecer Enrique José Villegas, o mejor, el Ville, o el Perro, como él mismo se autonombraba con los más viejos y a la hora de firmar un papel íntimo para uno de sus amigos. La noticia me estremece aunque era esperada, aunque también guardaba la esperanza de que saliera de este mal momento y viviera por unos años más. Pero no, es cierta y escalofriante. Hace solo unas horas fui a verlo en una cama de terapia intermedia del hospital Ernesto Guevara, de la ciudad de Las Tunas, y lo primero que me dijo fue a manera de sentencia: «Todos son unos pajarones, no me dieron la ADSL», en referencia a las líneas dedicadas para Internet. Mas, como ahora no estoy en condiciones de escribir, pongo a consideración de los usuarios una crónica que le hice hace unos años al Ville, publicada en Ecotunero, el sitio de los periodistas de Las Tunas, como mi sencillo homenaje al amigo que se va, porque creo que en ella retrato un poco a esa personalidad que nunca olvidaremos familiares, amigos y colegas. Aquí está:

No sé a ciencia cierta el porqué Enrique José Villegas se auto nombra El Perro. Ni lo sé, ni quiero preguntárselo para saldar mi duda. Prefiero mantener mi idea vaga sobre eso, porque a fin de cuentas el Ville, como le decimos amigos y colegas es una de las mejores personas que he conocido en mis años por este convulso mundo.

Recuerdo cuando yo trabajaba en el diario 26, en la calle Colón 157, justamente donde se encuentra hoy la emisora provincial Radio Victoria, que para aquel entonces (años 80 del pasado siglo), estaba en la calle Francisco Varona, frente a la emblemática Plaza Martiana.

En el periódico teníamos un comedor donde se vendían suculentas meriendas, y el Ville y sus colegas, que no tenían la posibilidad en su emisora, todos los días llegaban hasta 26 para saciar sus ansias de comer, y entonces él, gordo, comilón y paradigmático, se paraba en la puerta de la cafetería y decía: “¡llegamos a la abundancia!”, y engullía de todo lo que había, que no era poco, incluida una decena de bolas de helado de chocolate.

Ese es el primer recuerdo que tengo del Ville, aunque por supuesto, con la certeza de que era uno de los mejores reporteros de Radio Victoria, siempre con el criterio en el disparador, para analizar cualquier problema que afectara al pueblo, una práctica que ha cumplido rigurosamente hasta hoy, en su posición de redactor a cargo, entre otras muchas tareas, de las quejas de la población.

Ya cuando llegué de novato a la radio, en los primeros años de la década del 90, me acerqué a él y a Oscarito Herrera para evacuar mis dudas, darles mis textos para que los corrigieran y pedirles consejos constantemente con el objetivo de adentrarme en tierra firme en el fascinante y difícil mundo de ese medio de comunicación masiva, que te atrapa una vez que llegas a él.

El Ville para todos y El Perro para él mismo, es un tipo carismático, aunque mi colega Ada Cristina Higuera Tur, directora del noticiero Impacto, del cual Villegas es el redactor, dice que es un mal necesario, por la sencilla razón de que siempre está buscándole las cuatro patas al gato, protestando, peleando, ocupado hasta del más mínimo detalle del Departamento Informativo, claro, para que se pueda trabajar mejor; pero aun en esas ocupaciones, está al tanto de lo que le hace falta a Ada desde el punto de vista personal, le busca agua y cualquier cosa que necesite para que se sienta feliz frente a su guión del noticiero.

Villegas y yo siempre hemos sido amigos, aunque constantemente estamos discutiendo por problemas de trabajo, aunque me haya bloqueado de su perfil de twitter para que no sepa nada de él en esa red social -«porque me echa palante con los jefes»-, aunque esté en desacuerdo con algunos de mis planteamientos, a los que él considera absolutos, porque «yo me creo el dueño de la verdad». Y ya cuando la discusión no tiene arreglo me espeta a la cara: «ganaste, yo no discuto con las niñas».

En materia profesional, el Ville es uno de los mejores periodistas que he conocido en mi bregar por esta profesión. Obsesivo con un tema determinado, atento siempre a lo que anda mal y afecta a la sociedad, incisivo en el manejo de las yuxtaposiciones, exquisito en la búsqueda y ubicación de las informaciones de mediana y alta intensidad para captar la atención del oyente, líder de opinión en la red social Twitter, maestro en lo que a un noticiero se refiere (él fue el creador de Impacto, «como un disparo», según su criterio), él es uno de los imprescindibles en cualquier redacción radial porque rinde por cinco, tanto en lo profesional como en lo personal.

De ahí que sus colegas todos estuvimos en vilo cuando hace ya algunos años fue operado del corazón en La Habana, y todos nos alegramos el día de su regreso triunfal porque no ha cambiado en nada su ritmo de trabajo y en su forma de ser, y en verdad su tratamiento de por vida solo lo molesta cuando ve algo de comer que él no puede ingerir por prescripción médica, y entre lastimoso y gracioso huele y dice: «qué rico», y se aleja a toda prisa de lo prohibido.

Por ser tan quisquilloso, a cualquier hora y cualquier día (incluyendo los domingos) el Ville llama a los jefes por teléfono a su casa porque algo anda mal en la Redacción. Y entonces el clamor es generalizado entre los directivos: «¿Y Villegas no piensa jubilarse?».

Mas, en el fondo, ellos y todos sabemos que el día que eso suceda quedará un vacío muy difícil de llenar en la Redacción informativa, porque redactores-reporteros como él no abundan al doblar de la esquina, por su experiencia, sus conocimientos, sus deseos continuos de que todo salga bien, por sus ansias de perfeccionamiento y, sobre todo, por su altruismo sin límites y su preocupación constante por los demás.

Comente con nosotros en la página de Facebook y síganos en Twitter y Youtube

 

Últimas noticias

Tracción animal, valiosa ayuda en las circunstancias actuales

La tensa situación que se registra en la provincia de Las Tunas con la disponibilidad de combustible para el cumplimiento de diferentes acciones sociales y económicas limita el desarrollo del sector agropecuario por lo que se prioriza el uso de la tracción animal.

La brújula que nos guía

En ocasiones escuchamos mencionar que comportarse de una manera u otra es una cuestión cultural; que nada está bien o mal, sino que, dependiendo de la sociedad y de la época en la que tenga lugar, estará mejor o peor considerado. Sin embargo, estas afirmaciones no siempre resultan acertadas.

Victoria tunera en Bayamo

Los Leñadores de Las Tunas derrotaron a los Alazanes con marcador de 4×3 y extendieron a siete su racha de victorias en la Serie Nacional 64.

Plenaria tabacalera evalúa preparativos para próxima campaña

La provincia de Las Tunas tiene potencialidades para incrementar la siembra de tabaco, un renglón de gran importancia económica y que contribuye a la producción de alimentos pues luego de la cosecha se aprovechan esos suelos para plantar granos, viandas y hortalizas.

Un sonido juvenil desde la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de Las Tunas

Bajo el sol de la tarde, las ondas de Radio Victoria se llenaron de juventud y alegría este lunes. El programa Sonido desarrolló una emisión especial desde la Escuela Militar Camilo Cienfuegos (EMCC), un espacio para la celebración del aniversario 24 de esa institución formadora y el 72 de la emisora provincial.

Más leido

Otras Noticias

El mundo entero levanta a Cuba en sus brazos

El mundo entero levanta a Cuba en sus brazos

Muchas han sido las ocasiones en las que me he sentado a hablar, como en una esquina caliente, de las preocupaciones que los aquejan y siempre al final del debate sale a colación el tema de las carencias, del “si tuviéramos esto o lo otro”, del “se nos rompió tal máquina y no hay con qué reponerla”, del “nosotros inventamos, pero no somos magos”. Y eso, no es otra cosa que el bloqueo estadounidense.

Fisonomía de los vocablos

Fisonomía de los vocablos

Las palabras se mezclan como condimentos en una receta, todo fluye tal cual un experimento, aunque así como el vinagre y el aceite en la cocina se contraponen, hay vocablos que no se arriman a otros; es algo de orgullo intrínseco del lenguaje.

Cuba, de Patria o Muerte

Cuba, de Patria o Muerte

Los sucesos que tuvieron lugar en La Habana el 4 de marzo de 1960 marcaron uno de los episodios más tristes de la  historia de Cuba en la década de 1960. Y es que la muerte de muchas personas durante las dos explosiones del barco la Coubre caló demasiado hondo en el alma del pueblo.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *