TIEMPO21 FOTO /Rey Betancourt.

Las Tunas.- A lo largo de los años se ha vuelto algo común y cotidiano que existan hombres que no pierdan la oportunidad de acosar a las mujeres dejando a la vista pública sus genitales mientras se masturban.

Pero, aunque es un tema recurrente, no escapa de la preocupación de quienes, lamentablemente, han vivido la desagradable experiencia y se preguntan qué hacer ante estos actos de depravación que resultan, en ocasiones, traumatizantes.

Hablamos de mujeres porque son el blanco fundamental de esta agresión pero también son víctimas niños y adolescentes que no están exonerados de transitar por las calles y espacios públicos donde habitan estos individuos.

Entonces, ¿qué hacer ante este fenómeno? ¿Ignoramos o denunciamos? Este es el tema que nos ocupa  hoy en Sin pelos en la lengua, el podcast de Tiempo21 desde Las Tunas, Cuba.

El Código Penal Cubano, en su artículo 303, reconoce como delito el escándalo público, incluido el acoso a otros con requerimientos sexuales y la ofensa al pudor y las buenas costumbres con exhibiciones impúdicas o actos obscenos. Para tales casos, las sanciones implican la privación de libertad de tres meses a un año o multa de 100 a 300 cuotas.

Y sin dudas, estas conductas ofenden en gran medida al ser humano.

A veces asumimos fenómenos sociales como normales e ignoramos conductas que merecen medidas rigurosas. No debemos hacer oídos sordos a lo que afecta el bienestar colectivo, y más aún en una ciudad como esta en la que están localizadas las zonas de mayor demanda de estos masturbadores.

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