El haitiano

19 de Jul de 2018
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haitiano, Majibacoa, viandas, hortalizas

Alexei Almaguer Almarales, El haitiano. (Foto del autor).

Majibacoa, Las Tunas. -El haitiano le dicen y al ver que físicamente ningún rasgo lo relaciona con los habitantes de ese país, decidí visitarlo para saciar mi curiosidad.

«Tengo aquí fruta bomba, ají, yuca, hay calabaza, como usted puede ver aquí hay guayaba, naranja, mandarina, limón, mamón, anón, plátano fruta, tengo casi de todas las variedades de frutas y la vianda nunca me falta, porque practico la técnica del cultivo escalonado».

¿Y El haitiano es por esa cantidad de cosas que tienes sembradas en un palmo de tierra?

«Exactamente, por la cantidad de variedades de árboles frutales y viandas en un pedazo de tierra que ciertamente no es muy grande»    

La finca del usufructuario Alexei Almaguer Almarales durante mucho tiempo fue un vertedero ilegal, una amenaza para su salud y la de sus vecinos.  

Un día despertó con una idea que jamás se apartó de su cabeza: convertir un peligroso vertedero en una finca próspera, encontrar en aquellas tierras inservibles para muchos escépticos que le apodaron el loco, el anhelado sueño de mejorar económicamente y producir alimentos para el pueblo.

Y lo consiguió, el vertedero ya no existe, la basura se convirtió en abono para los primeros cultivos, hoy diversificados en una finca donde se aprovecha de tal manera el terreno que algunos amigos en tono de broma le llaman el conuco de El haitiano.  

En la finca de Alexei siempre hay comida porque trabaja la técnica del cultivo escalonado. Aquí se respira una brisa agradable, aire puro libre de productos químicos. Me costó trabajo pararme del taburete para emprender el regreso al bullicio después de un sabroso café y tantas muestras de amabilidad en el seno de una hermosa familia que no da lo que le sobra, comparte lo poco que tiene.

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