Alberto Mawad Santos: con el alma en los talentos de las Ciencias

21 de Oct de 2019
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Las Tunas.- Basta relacionar cada pensamiento lógico con una actividad cualquiera, buscar la solución a un problema y entrenar la mente desde múltiples soluciones, así disfruta Alberto Mawad Santos su labor como entrenador de los jóvenes talentos del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Luis Urquiza Jorge.

Convertirlos en profesionales que amen a esta sociedad es el mayor orgullo de este docente, quien sin darse cuenta ha hecho de su propia vida junto a sus pupilos la plenitud personal entre fórmulas físicas sin reparar en el reloj ni en los períodos de descanso laboral.

«Comencé a entrenar a estudiantes en la asignatura de Física en septiembre de 1990, cinco años más tarde logramos la primera medalla», destaca el profe Mawad como muchos suelen identificar a este hombre cuyas palabras asestan firme en su diálogo para no escapar los detalles.

«En esta labor son indispensables tres aspectos el éxito depende de un adecuado sistema de selección, el apoyo de la escuela y el esfuerzo extraordinario tanto del alumno como del entrenador», asevera este tunero que muestra como mejor presentación las 140 medallas obtenidas por sus discípulos en olimpiadas y concursos nacionales.

La jactancia de los triunfos no tiene asomo en su vida, desde el comienzo mezcla el éxito con el sacrificio de los estudiantes en sus etapas vacacionales y las horas extra tras la docencia. Su mayor satisfacción es verlos imponerse desde su espacio personal en un mundo cambiante.

«El entrenamiento para concursos no es una lucha desesperada, mis objetivos son convertirlos en mejores personas y volverlos más inteligentes para que adopten una actitud adecuada. Durante los encuentros aprenden la seriedad y el ejemplo emanados del profesor, comprenden el mundo, organizan el pensamiento y auto-gestionan la información».

Escuche las palabras de Alberto Mawad:

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Sus ojos brillan mientras descubro su satisfacción como profesor, «veo a mi grupo de estudiantes como la porción de Cuba que debo hacer crecer. Cuando llega un nuevo grupo de estudiantes tengo el compromiso de acompañarlos durante tres cursos, eso me entusiasma y es una tarea en la cual pienso permanecer mientras pueda».

Desde el proceso in situ al interior del aula apunta «establezco un vínculo muy importante con ellos, me satisface ver a los estudiantes representando a Cuba pero nada cambia el placer de la clase diaria, voy al aula a divertirme y aprendo junto a mis alumnos, mi verdadero papel en la vida es ser profesor».

Su vida no está cronometrada, favorecer el conocimiento de los estudiantes y disfrutar de la familia llenan de alegrías a Alberto Mawad Santos, quien percibe en su andar el cariño de los jóvenes que le saludan y agradecen porque fue su entrenador.

/nre/

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