Las obras de artes visuales, con sus mensajes forman a un público cada vez mayor y exigente, a través de elementos cognitivos. En el proceso de formación de una cultura más profunda, el Estado se erige, como el ente que atesora las obras de arte y arquitectura que interactúan con el público, con el conocimiento de invertir presupuestos financieros que acrecienta el valor según transcurre el tiempo.
