En su familia, comenta Norge Manuel Peña Hernández, la tradición guarda la existencia de sangre y espíritu mambí. Esa herencia abona el sustrato de este joven profesor de Historia y licenciado en Humanidades. De ahí puede provenir, en lo fundamental, su afición por «escudriñar» en el tiempo, los sucesos y los personajes. Todo lo demás pudiera considerarse estocástico; pero no lo es.
