La paternidad es, sencillamente, maravillosa. ¿Es un regalo, un don, o un premio? ¡Qué linda es la continuidad de un hombre en sus hijos! ¡Y más cuando ese niño o niña replica aunque sea uno de los rasgos paternos! Así me comentaba mi vecino cuando hablamos de lo rápido que se va el tiempo.
