Alguna vez René Aveleira Cutiño soñó ser médico veterinario, no fue así. Mas, decidido a seguir el camino de la vida, hoy es epidemiólogo y sus conocimientos constituyen una fuente compartida en Cuba, en América Latina, África, Oceanía o Europa. Este hijo de «La Blanca» ha marchado hacia donde ha hecho falta, así lo dicta su condición de médico y de revolucionario.
