Poco tiene que explicar en estos días la epidemióloga Diamela Moreno Valera cuál es la esencia de su profesión. El SARS-CoV-2 vino a «iluminar» una especialidad a veces desconocida por muchos o carente de notoriedad para otros; pero neurálgica en todos los tiempos y, por supuesto, en el actual escenario pandémico mundial.