Nuestra condición insular, la ausencia de títulos nobiliarios al más puro estilo de las cortes europeas y el hecho de que nuestra aristocracia fuese expresión del último estertor de un pasado glorioso y bélico, lejano en el tiempo es, tal vez, la causa de que Cuba no tuviese un vasto desarrollo de la Heráldica; al menos no con la dimensión de otras naciones.
