Las Tunas.- Las jornadas de muchos trabajadores forestales transcurren como la propia vida, entre el nacimiento de semillas en viveros, que siendo posturas son la génesis de los árboles, y de su siembra, uno a uno, hasta consolidar el fomento de los bosques, valiosísimos para el medio ambiente y la economía.
Este 21 de junio, Cuba celebra al sector, integrado por valientes guardianes de lo que es un tesoro natural. En cada rincón del territorio nacional, estos hombres y mujeres dedican sus esfuerzos a cuidar y conservar los bosques, pilares fundamentales de la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
Ellos representan la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza y con su labor contribuyen a mantener los ecosistemas sanos y fomentan el desarrollo económico y social de varias comunidades rurales, que encuentran en la actividad forestal una fuente de empleo.
Hoy es la oportunidad de reconocer su entrega diaria contra las adversidades pues muchos trabajan en condiciones difíciles para garantizar el premio mayor, su impacto en la salud del medio ambiente y en la calidad de vida de las futuras generaciones.
Sus manos plantan árboles, mantienen los bosques y previenen incendios, en representación de un país que mira hacia un futuro más verde y sostenible. Gracias a su labor, hoy hay paisajes más hermosos y se cuida más de los recursos naturales en muchas áreas protegidas.
Su trabajo también es vital en el rescate de especies autóctonas de la flora cubana, en los aserríos y las carpinterías, frente a un horno de carbón vegetal y especialmente en medio del campo, donde se esfuerzan por construir un mundo más limpio y sano por el bien del planeta y sus habitantes.
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