Tabacalero a los 70

19 de Oct de 2022
   140
Tabacalero a los 70

Omar Mulet Ramayo nunca pensó volver a trabajar como tabacalero. Cuando se desempeñaba como supervisor primero y director después de la empresa de tabaco en Majibacoa, entre 1986 y 1994, y se empeñaba en empujar a sus colectivos para el cultivo y la cosecha de la hoja, pero siempre con discusiones colectivas y en medio del surco, junto a quienes dedicaban su vida a tan noble empeño.

“Nunca pensé regresar, a la verdad. Y ahora que me lo pregunta pienso y no me veía otra vez entre tabacos. Ya me había ido del sector, y me había jubilado, pero como no me puedo estar tranquilo, más allá de mis 70 años, pues me entusiasmaba la idea de dedicarme al cultivo de las tierras aquí en La Ceiba, en el mismo municipio donde fui dirigente del tabaco.

“Entonces llegó la oportunidad de ocupar las tierras vacías y me propuse además del tabaco, cultivar viandas para el barrio, como parte de la soberanía alimentaria de la que todos hablan , pero no se concreta en todos los lugares”.

– ¿Y la edad, no conspira contra el afán de ser tabacalero?

– Claro, sí, es un problema porque no se tienen las mismas fuerzas ni los mismos reflejos. Esto es duro y si uno es joven mejor, aunque me las arreglo y mire como tengo mi finquita, tabaco y vianda por donde quiera.

– ¿Esa decisión fue espontánea o por algo especial?

– El Partido hizo un llamado para sembrar tabaco en las tierras vacías, y como yo estaba medio oxidado ya, me dije que podía, y como me gusta el trabajo, le metí con todos los hierros. Durante la etapa tabacalera siembro, cultivo y cosecho la hoja y después me dedico a los cultivos varios como maíz, calabaza, y otros alimentos.

– ¿Cuánto acopió en la última cosecha?

– Un buen volumen, no crea. Tuve un rendimiento de 1.5 toneladas por hectárea, con más de un 59 por ciento de calidad, lo cual se considera bueno porque este tabaco es solpalo..

Ya Omar lleva tres años en la finca Vega 1, de La Ceiba. Con alrededor de cinco hectáreas ayuda además a la alimentación de la gente del barrio y se siente útil a los 70, «como un muchachón», dice y se ríe de su propia ocurrencia, mientras camina por ese pedazo de tierra que lo hace feliz.

/mga/

Comente con nosotros en la página de Facebook y síganos en Twitter y Youtube

Últimas noticias

Convocan al Premio Nacional de Narrativa Guillermo Vidal 2026

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en Las Tunas, en coordinación con la Asociación Nacional de Escritores y el Instituto Cubano del Libro, ha lanzado la convocatoria para una nueva edición del Premio Nacional de Narrativa Guillermo Vidal, que tendrá su fallo en febrero de 2026.

Yudier Rondón sacude el «Mella» y da el triunfo a los Leñadores

El desenlace final llegó con un vuelacercas de Yudier Rondón en el noveno capítulo, que puso en ventaja definitiva a los Leñadores y selló la victoria de Las Tunas 6×5 sobre Sancti Spíritus en el cuarto partido de la subserie, en el estadio Julio Antonio Mella. 

Abogan en Las Tunas por el diagnóstico precoz ante el cáncer bucal 

Activistas y profesionales de la Estomatología en la provincia de Las Tunas abogan por el diagnóstico precoz del cáncer bucal, una enfermedad que de enero a la fecha en el territorio registró la confirmación de una decena de casos positivos, mediante el Programa de Detección que desde 1982 se creó en el país. 

Más leido

Otras Noticias

Yusdel Rojas, un creador de profunda sensibilidad artística

Yusdel Rojas, un creador de profunda sensibilidad artística

Cada 4 de diciembre, Cuba celebra el Día del Realizador de Sonido, una fecha destinada a reconocer a esos artistas invisibles que moldean la atmósfera, la intención y la verdad emocional de las obras audiovisuales. Son los guardianes del detalle, los orfebres de la percepción, los que hacen que una historia respire y un sentimiento encuentre su voz.

El Eco de mi silencio: Una vida entre gritos y  volver a nacer

El Eco de mi silencio: Una vida entre gritos y volver a nacer

La violencia de género no es solo un golpe que duele en la piel; es una cadena invisible que ata el alma, un veneno lento que carcome la autoestima y un yugo que pretende robar hasta el último suspiro de libertad. Es el monstruo que habita en el hogar, disfrazado de amor, y que siembra el miedo como ley. Esta es la historia una mujer, que con solo 16 años, comenzó a cargar sobre sus hombros el peso brutal de este flagelo.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *