Producir para el pueblo es mi tarea número uno

21 de Feb de 2020
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Majibacoa.- Como él hay muchos en la provincia de Las Tunas y en toda Cuba. Juan Alberto Peña Pérez no es la excepción; pero, sobresale entre tantos porque impone su vergüenza a todas las tareas que le asignen o que él mismo se proponga.

Está asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Mártires de Omaja, del municipio de Majibacoa y es uno de esos campesinos, que no tiene horarios y que trabaja incansablemente en aras de elevar sus rendimientos.

¿Cómo fue su producción el pasado año?

«Yo me dedico fundamentalmente a la ganadería, a la producción de leche y de carne bovina, además de carne de ganado menor. En el 2019, con 20 vacas en ordeño, tuve una producción de venta a la industria de 25 mil 140 litros.  Y una producción total de 28 mil litros, con el autoconsumo. Fue un promedio de 5.2 litros por vaca».

¿Qué hizo para lograrlo?

«Esto está basado en una buena alimentación, que el ganado cuente con abundante agua y comida las 24 horas de cada día. Uno tiene que ponerle amor y cariño a lo que hace. Y a la vaca hay que tratarla como a un familiar. Acuartonamos la finca para hacer un mayor aprovechamiento de los pastos. Esa es la solución, sembrar pastos y forrajes y plantas proteicas. Alrededor del 25 por ciento del alimento diario de cada vaca debe estar sustentado en las plantas proteicas porque esto sustituye la famosa proteína industrial que teníamos antes.

«Además, hay que insertarse en la inseminación artificial. Sin eso no tenemos reproducción; sin reproducción no hay genética; sin la genética no tenemos ganadería. Se trata de mejorar la raza según el objetivo que uno tenga. Mi objeto social es la leche y actualmente insemino con la raza Siboney. El que está en una línea de carne, pues usa el Cebú, que es una línea de carne».

Escuche las declaraciones de Juan Alberto:

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¿Cuáles son las rutinas de sus días?

«Nosotros los productores trabajamos casi las 24 horas del día. Yo mismo me levanto a las 3:00 am y paso totalmente el día trabajando detrás de los animales y en las labores agropecuarias. Por la noche, vigilando.  Se crean las condiciones de corrales con candados y cadenas; pero, prácticamente cada vez que se siente algo hay que levantarse y hacer la labor de un custodio también. Por suerte, tengo perros y miembros de la familia que ayudan.  Conmigo, en la finca, trabajan mi yerno y su padrastro. Somos nosotros tres».

¿Por qué no ha incursionado más en los cultivos varios?

«Nosotros los ganaderos somos malos en la producción de cultivos varios porque la vaca necesita ordeñarse, limpiar todo. Y alimentarlas a diario. La hora que se aprovecha casi siempre es la mañana. Con los productos agropecuarios es lo mismo, se siembra y se cosecha en horas de la mañana; se nos hace un poco difícil. Pero, tengo hortalizas como ají y cilantro, 12 plantas de limón y otros frutales. Lo demás lo intercambiamos con algunos productores».

¿Cuán difícil cree que sea vivir en comunidades rurales?

«Es difícil. Hay que mejorar las condiciones para garantizar el futuro cercano. Creo que sin campo no tenemos ciudad. El alimento de la ciudad sale del campo y ahí solo vivimos el 14 por ciento de los cubanos. La permanencia en las zonas rurales se hace muy compleja, a pesar de las condiciones que hemos creado desde el Triunfo de la Revolución, con el médico de la familia, electrificando todo lo que se pueda… En muchos lugares se pone un panel solar para que, aunque sea haya un televisor y un bombillo.

«Tenemos que seguir trabajando con las condiciones básicas para la permanencia. Los quenos quedamos aquí somos, como digo yo, los de la tercera edad. Hay que incorporar jóvenes, que son nuestra continuidad. Ese es un trabajo que hay que hacer y a corto plazo. Hay que apurar esa tarea».

¿Cuál es su intención para este 2020?

«Mi compromiso es producir para el pueblo, esa es mi tarea número uno. Seguir implementando los logros de la ciencia y la técnica porque yo digo que eso es desarrollo y el desarrollo es economía. Todas mis producciones serán para el Estado y tengo como reto este año vender más de 30 mil litros de leche».

Las producciones de Juan Alberto son un grano de arena en el empeño nacional de garantizar alimentos para el pueblo; pero, se aprecia en los niños, las embarazadas y los enfermos que reciben leche cada día. Y eso es elemental.

/nre/

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