Desde que nacemos en torno a nosotros giran tempestades de género. ¿Qué digo nacer? Desde la propia concepción todos se preparan para construir un mundo de acuerdo a su sexo. Si es niña la ropita debe estar por los tonos rosa, naranja, amarillo y si es varoncito podrá ser azul, verde…para evitar confusiones de despistados y dejar claro, que al mundo ha llegado una futura mujer o un futuro hombre.
