Motivaciones múltiples llegan de sus manos, dejan a un lado el uso de las nuevas tecnologías apegadas al amanecer de un sábado en cualquier hogar para disfrutar del olor de la pintura y la cartulina. Así despierta Ana Paula Bello Guerrero, una niña que se alista para no llegar tarde al proyecto Sueños verdes, en la Oficina del historiador de la ciudad de Las Tunas.
