Ahora más que nunca, la Patria necesita de todos sus habitantes, que cada uno de sus hijos sea buena persona, solidaria o útil en su profesión o responsabilidad social, pues juntos podremos seguir adelante y poco a poco aliviar los efectos de la crisis económica y financiera que lastima a los cubanos.
“La belleza de esta hora difícil está en sabernos parte de un pueblo inderrotable”. Así dijo el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz Canel Bermúdez, en la clausura del Quinto Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su Décima Legislatura.
El también presidente cubano agregó que tenemos enormes desafíos que serán enfrentados porque el pueblo tiene una impresionante disposición a pelear cuando todo se pone más difícil. Como señaló, aquí no hay cabida para el pesimismo, ni el derrotismo por lo que mantendremos el rumbo de los pasos que iniciamos el 10 de octubre de 1868, cuando Carlos Manuel de Céspedes dio la libertad a sus esclavos.
Al frente o en la vanguardia de esta gran obra que defendemos han estado numerosos y valiosos compañeros; entre ellos, el más grande estadista de las últimas décadas, el inolvidable Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien hace hoy 72 años recordó a los cubanos que la soberanía era posible.
Ese día, 26 de julio de 1953, el líder indiscutible de la Revolución Cubana se puso al frente de un grupo de jóvenes que atacaron los Cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo. No fue posible la victoria; pero, no se dieron por vencidos y vinieron otras etapas como la cárcel, el exilio, el yate Granma y la Sierra Maestra.
En varios momentos de ese último período la sangre se derramó muchas veces y murieron varios compañeros. Nunca fue en vano y la historia nos recuerda la marcha escrita por Agustín Díaz Cartaya: “nosotros no debemos olvidar, por eso unidos hemos de estar, recordando a aquellos que muertos están”.
Tuneros… Como dijo Díaz-Canel, de la Revolución Cubana aprendimos que los ideales no se cambian porque cambien las circunstancias, que la trinchera no se abandona cuando el cerco enemigo aprieta y que solo teniendo convicciones claras como principios es posible sostener y ganar batallas. Eso es lo que hacemos hoy en Las Tunas y en Cuba, transformar todos los escenarios.
No nos rindamos pese a la dureza de estos tiempos, respetemos a quienes se mantienen firmes en la búsqueda de soluciones, apoyemos a los que marchan al frente de todas las batallas, sumemos y no restemos, sirvamos a los que poseen menos y honremos la historia y la decisión inquebrantable de la mayoría del pueblo, que prefiere continuar por esta senda.
Compatriotas, el orgullo de ser cubanos es mayúsculo y, aunque en el camino haya innumerables obstáculos, avancemos a pesar de los tropiezos para que la sociedad sea tan justa y ética como la concibió Fidel. Precisamente en su honor, a 100 años de su nacimiento, luchamos por un 26 en el 2026 en nuestra provincia. ¡Y claro que podemos! ¡Hagámoslo posible juntos!
¡Gloria eterna a los héroes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes!
Patria o Muerte. Venceremos.