Norma Ávila Hernández:  ejemplo como docente y enfermera en Las Tunas

19 de Dic de 2024
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Las Tunas.- Con un caminar pausado por los años se le ve transitar por los pasillos de la Universidad de Ciencias Médicas de Las Tunas a Norma Ávila Hernández, un enfermera con 50 años de experiencias como personal sanitario y reincorporada a la formación de las nuevas generaciones en Las Tunas.

El andar de la mano de su abuela enamoró a Norma del quehacer asistencial que denota en la comunidad y las instituciones sociales y asistenciales.

«Desde pequeña vivía con mi abuela en la calle Coronel Reyes y cerca quedaba la escuela de enfermeras, en la calle Lico Cruz número 34, donde actualmente radica la dirección general de Salud Pública del municipio Las Tunas. Ella trabajaba allí y así me fui motivando, por ella decidí estudiar esta profesión que llevo por pasión.

«Tengo el privilegio de ser de las profesionales que ha transitado todas las etapas de superación de este personal en el país porque me formé siendo auxiliar de enfermería. Trabajé en la antigua maternidad, donde hoy radica el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología», cuenta esta mujer a quien la experiencia como docente la hace merecedora de un alto prestigio en la carrera.

«Luego me trasladé a Holguín y me formé como Enfermera Ginecobstetra, regresé y fui a trabajar a este tipo de consultas en el municipio de Jobabo. Tras un período me convocan para fungir como jefa del departamento municipal de enfermería en Amancio, labor que simultaneaba con mi quehacer asistencial.

«Como parte de la superación me preparé como docente en Camagüey y al concluir retorné a Holguín y me gradué como Licenciada en Enfermería en 1986 y un año más tarde llegué a las aulas de la Universidad de Ciencias Médicas», detalla la también Máster en Atención Integral a la Mujer.

Tras concluir sus años de servicio llegó la jubilación «me costó permanecer en casa, sentía un gran vacío porque uno no se adapta a estar lejos de los alumnos, de ser acompañamiento y guía en su formación, que el esfuerzo como docente tiene grandes recompensas cuando los miras insertados en las instituciones sanitarias aplicando lo estudiado.

«Entonces me llamaron si quería incorporarme y aquí estoy de vuelta a las aulas, el roce con los estudiantes me motiva y le demuestra a uno que todavía puede colaborar como profesional.

Para esta tunera la Enfermería debe distinguirse por tener mucho amor y humanismo por los pacientes, por aprender a escuchar para que en medio del dolor cada enfermo sienta la ayuda y coopere en su recuperación, porque las dificultades no puede limar cuanto pueden hacer por quienes necesitan de sus servicios.

«Entre tantas historias recuerdo cuando me gradué de enfermera obstetra y trabajaba en el municipio de Jobabo, fue una etapa muy bonita pero intensa para mí, no había obstetra era un médico general y venían los estudiantes de Holguín hacer su rotatorio y el asistencial durante un mes allí.

«Tuve que hacer consultas de ginecología y diagnosticar embarazos, a veces temerosa y con dudas pero siempre con la ayuda del director, así daba las consultas  hasta que llegó posteriormente el que fue mi esposo como médico, nos enamoramos y tuvimos dos hijas», comenta mientras en su mente se agolpan de uno en uno los recuerdos de su juventud.

La profe Norma, como muchos llaman con total admiración y respeto fungió además en el cargo de jefa del departamento de Enfermería en la universidad médica en el período de los cursos emergentes convocado por el líder cubano Fidel Castro en oportunidad a la continuidad de estudios de los jóvenes.

«En el trabajo con los estudiantes nada es perfecto, hay que poner empeño y sobre todo si les gusta la carrera, si sienten vocación se puede lograr muchísimo porque los que deciden esta profesión saben que requiere de grandes sacrificios personales, porque se dedica más tiempo a la profesión que a la familia».

La Universidad es su casa prácticamente el roce con los estudiantes forma parte de su propia existencia, «actualmente atiendo los grupos de alumnos ayudantes, me relaciono con ellos, les inculco para que se conviertan en excelentes profesionales, en mejores seres humanos.

Hoy Norma es profesora auxiliar y consultante, conduce la Maestría de Enfermería en Atención Integral al Adolescente y labora en la formación de los alumnos del quinto año verticalizado en gineco-obstetricia, una pasión que la convierte en ejemplo como docente y enfermera en Las Tunas.

/lrc/

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