La leyenda del deporte mundial, el luchador cubano Mijaín López Núñez, cumplió con el pueblo de Cuba, al conquistar la tarde de este martes su quinta medalla de oro en Juegos Olímpicos.
Luego de dejar sus zapatillas en el colchón, y llegar a zona mixta, el pentacampeón en citas estivales, dijo a la prensa deportiva acreditada en París, Francia:
“Primero que todo contento de poder lograr ese objetivo, contento de cumplir con lo que había prometido en Cuba a toda mi gente, a toda mi afición, principalmente a mi papá, hoy que dios lo tenga en la gloria, al profesor Portilla, en general a todos los seguidores míos y a todos los familiares que me siguen en Cuba”.
Convertirse en cinco veces campeón olímpico, constituye un resultado muy importante. Así lo aseguró la leyenda cubana ante las cámaras de la televisión cubana:
“Para mí significa algo muy grande, ya que desde muy pequeño, creo que ha sido una carrera deportiva muy larga, donde todo en mi mente ha sido obtener el triunfo para Cuba y contento de aportar ese ícono para Cuba, de ser el mejor atleta, no solo de Cuba sino del mundo”.
Sobre el hecho de dejar los zapatos en el colchón, el hijo ilustre del barrio Herradura en Consolación del Sur, Pinar del Río, entre risas, expresó:
“Los dejé y quería recogerlos de nuevo pero nada, creo que la historia está, cumplieron la misión, se quedaron dónde tienen que estar, y nada, contento de que me hayan llevado a la victoria”.
En la discusión del título de la lucha grecorromana, división 130 kilogramos, Mijaín López derrotó categóricamente, seis por cero, al también cubano, nacionalizado en Chile, Yasmani Acosta Hernández.
Camino a la final, dejó en la vereda al coreano Seungchan Lee, siete-cero, al campeón mundial, el iraní Amin Mirzazadeh, 3-1, y a Sabah Shariati de Azerbaiyán cuatro-uno.
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