Yadimar y Raúl, dos generaciones por la seguridad de la nación

26 de Mar de 2021
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Yadimar y Raúl, dos generaciones por la seguridad de la nación

Ella se nombra Yadimar Rodríguez Lozada, tiene 33 años y es capitán de Contra Inteligencia del Departamento de la Seguridad del Estado. Entró a la academia con 19 años y ya lleva 16 en el Ministerio del Interior (Minint). Hoy sabe lo que quiere, aunque con más conocimiento de causa.

«¿Por qué el Minint? Me estuve preparando en el pre universitario con un escalafón bastante elevado, y cuando llegué al duodécimo grado no tenía definido qué quería estudiar realmente. Pero me gustaba el Derecho y cuando estaba en el proceso de definir llegaron a la escuela combatientes del Minint para darnos una información sobre las especialidades que se estudiaban. Yo no quería porque mi papá fue oficial, ya tenía la noción, de lo duro de esa vida y no quería estar lejos de la familia, pero los compañeros de selección me motivaron por la contrainteligencia, y me gradué de Derecho en 2010».

¿Cuáles eran tus expectativas cuando entraste a la escuela?

«Mi expectativa era grande, todo era bonito porque me enfrentaba a algo nuevo y ya era un reto. Era la primera vez que salía de la provincia a estudiar, lejos de mis padres, con quienes tenía la protección de la niña de la casa, aunque no me asustaba el rigor de la disciplina porque la traía de la casa.  Fue lindo porque desde que llegué por mi carácter fui seleccionada como sargento mayor de una compañía de mujeres, y eran las mujeres de la Contra Inteligencia I de primero a tercer años».

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Una vez graduada Yadimar regresa a la provincia de Las Tunas, lista para asumir las complejas tareas de una fuerza armada que es sostén del orden interior, y se sintió tranquila, confiada.

«Cuando salí de la academia fue complejo porque quería concluir los estudios sin vincularme laboralmente, pero no pudo ser. Y por otra parte fue bueno porque ya conocía el trabajo y me fue muy cómodo».

¿Cómo es la combinación familia/trabajo?

«Es difícil porque tengo dos niñas pequeñas y requieren de atención, pero como mi esposo también es oficial de la Seguridad eso te ayuda porque conoce mi trabajo y mi responsabilidad. También me apoyo mucho en mis padres, que son mi mayor sostén».

Yadimar es una joven linda, carismática, cuya presencia se siente con fuerza porque es como una polea trasmisora de entusiasmo y de ganas de hacer. Su vida en familia transcurre plena de felicidad, aunque reconoce que es complicado llevar las responsabilidades laborales y familiares.

¿Qué te gusta más del Minint?

«Ese dinamismo que hay que tener para enfrentar lo mal hecho, el espíritu de sacrificio, la honestidad y transparencia como ser humano; eso es maravilloso».

Él se nombra Raúl Rodríguez Ceballo, es licenciado del Minint desde hace 24 años, cuando tuvo que dejar esa fuerza armada por enfermedad, con el grado de capitán. Fue miembro del batallón de seguridad del Palacio de la Revolución, oficial del Departamento de la Seguridad del Estado, entre otras responsabilidades.

Sus motivaciones por la vida militar llegaron de un tío que participó en la etapa final de la lucha por la liberación de Cuba. Su formación fue académica, transitando por todos los niveles hasta el instituto capitán San Luis.

«Mi mayor satisfacción fue haber contribuido a la protección del Comandante en Jefe Fidel Castro, tanto en el Palacio de la Revolución como en las visitas. Para un combatiente del Minint una de las principales tareas es la protección de nuestros dirigentes.

«Momentos difíciles fueron varios, participar en la captura de delincuentes connotados fue muy complejo».

Raúl siempre ha sentido el tener que licenciarse antes de tiempo, por enfermedad, sin terminar de cumplir todas las metas que se propuso. Pero lejos de desmotivarse, su actitud para con el Minint nunca ha cambiado.

«Yo sigo viendo al Minint como siempre. Es una institución a la que amé y seguiré amando y respetando y veo un relevo asegurado, jóvenes con muchos valores y preparación».

Yadimar y Raúl son dos combatientes del Departamento de la Seguridad del Estado de dos generaciones diferentes, y más que relevo hay una continuidad en sus vidas dentro de ese órgano, que fue creado el 26 de marzo de 1959, y que durante todos estos años ha sido el pilar fundamental en el que descansa la seguridad de la nación cubana, siempre asediada, siempre atacada.

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