Vivir sin el filtro que impone la discapacidad

3 de Dic de 2020
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Las Tunas. – Cuando conocí a Roberto Marrero Fernández me saludó con un amable «hola, cómo estás». Luego al darme la espalda le hablé y alguien me dijo «No pierdas el tiempo, es sordo».

Luego, me contaría que perdió el oído en un accidente cuando tenía 24 años de edad y estudiaba Ingeniería Informática.

Le fue muy difícil adaptarse a su nueva condición, pero renunciar nunca fue una opción para él.  Aprendió a leer los labios, terminó la carrera y hoy trabaja simultáneamente como informático en la Empresa de Muebles LUDEMA y en ARDO Empresa de Carbón Vegetal de Flora y Fauna.

Sus compañeros de labor lo aprecian tanto por su buen carácter como por su competencia profesional, pero muchos no saben su nombre. Para ellos es simplemente «el sordo». ¿Se molestaría de saberlo? Lo dudo, pues lejos de ser peyorativo, ese apodo es dicho con mucho cariño.

Agradece el apoyo de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC) por las facilidades que les brinda a sus miembros para estudiar, desarrollar sus potencialidades culturales y deportivas e insertarse socialmente.

Este 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Tiempo21 te invita a escuchar a Roberto y su mensaje de aliento para todas las personas que como él viven con algún tipo de discapacidad y cada día enfrentan sin amargura los retos de la vida.

 

/mga/

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