Las Tunas.- Los trabajadores de la Industria Alimentaria en la provincia de Las Tunas aseguran hoy la producción y distribución de insumos estratégicos cuando el territorio vive la tercera fase post Covid-19.

Ni las viejas tecnologías, ni la falta de materias primas básicas, impiden que estos hombres y mujeres aseguren el pan, la galleta, los fideos, dulces y demás surtidos a los tuneros, aunque en cantidades inferiores a la demanda.

Jorge Antonio Rojas, secretario general del buró sindical de la Alimentaria y la Pesca en Las Tunas, destacó que la actual situación provocada por la pandemia obstaculiza la seguridad del mercado para adquirir importaciones, es por ello que los trabajadores buscan alternativas para diversificar las producciones.

El dirigente sindical, puntualizó que ante situaciones extremas cada colectivo pone en práctica sus propias iniciativas que permiten innovar piezas para una máquina, confeccionar una batidora criolla para hacer repostería o buscar variantes que minimicen el déficit de harina, todo sin renunciar a ningún surtido.

Por estos días los trabajadores de la fábrica de conservas Liberación están abocados al pico de la cosecha del mango, lo cual posibilitará incrementar las producciones de pulpa tanto en envases como a granel, que favorece al consumo social y a la población.

La Empresa de Productos Lácteos cumple el encargo estatal y las producciones para la canasta básica, así como el surtido de renglones liberados, como el helado, el yogurt y el batido de frutas naturales.

Retos hay muchos, pero los panaderos, dulceros y cualquier otro operario vinculado al sector siguen activos, desafiando madrugadas para que los tuneros reciban los alimentos.

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