Para ello se desarrollan iniciativas como «la operación seamos más», consistente en atraer a nuevas personas a las demostraciones.
«Vengan todos con al menos dos amigos que no hayan venido nunca. Den muestra de persuasión, díganle que aquí se pasa bien, que deben venir a verlo con sus propios ojos», indicó la convocatoria divulgada.
Otro objetivo de la movilización es mostrar el rechazo al debate nacional lanzado por el presidente, Emmanuel Macron, para intentar aplacar la crisis provocada por los chalecos amarillos.
Tras calificar de «estéril» esa concertación, el llamado señala que «no servirá de nada y todo el mundo sabe ya lo que el pueblo demanda: menos políticos, menos privilegios, más transparencia, que el pueblo sea consultado sistemáticamente».
Con el denominado acto X, los chalecos amarillos cumplen los dos meses del inicio del movimiento y pretenden mantener viva la movilización en defensa de sus reclamos.
Aunque el origen de la protesta fue el aumento de precios del combustible decretado por el Ejecutivo, luego las reivindicaciones se ampliaron al aumento de impuestos en general y la pérdida del poder adquisitivo como resultado de la política gubernamental.
Los chalecos amarillos ahora reclaman también reformar la Constitución en aras de una democracia plena y que los ciudadanos tengan la posibilidad de pedir e impulsar la realización de referendos nacionales sobre temas relevantes.
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