Las Tunas.- El jardín botánico de Las Tunas amplió y renovó su herbario, un viejo anhelo del colectivo de la instalación que ahora dispone de un local con mejores condiciones para mantener su colección científica de plantas secas con propósitos demostrativos, de investigación y de referencia histórica.
El local identificado con el nombre de Maximiliano Curbelo, hasta hace poco funcionaba en un reducido espacio donde apenas tenían cabida unas 8 mil colecciones que se estaban perdiendo por hacimiento y otras causas.
Waldo Bonet Mayedo, especialista investigador de Jardín Botánico significó que este es uno de los principales logros de la institución este año, alcanzado gracias a la ayuda de la Agencia de Medio Ambiente, que proporcionó un microscopio profesional, computadora, impresora, escáner y otros recursos.
Precisó que aunque falta ampliar los equipos de clima y la estantería, el cambio es considerable con la creación además de la oficina especializada y un salón con una pérgola para la atención en un ambiente completamente natural, a especialistas e investigadores.
Resaltó el valor del herbario para la conservación de la flora empleando la información contenidas en las fichas sobre las flores, los frutos y otros datos para localizar y conocer sobre diferentes especies, de las cuales algunas pueden haber desaparecido y aclaró que las publicaciones científicas, desde el punto de vista de la botánica, no son válidas si no tienen un reporte en una institución de este tipo.
Bonet Mayedo destacó que el Herbario del jardín Botánico de Las Tunas tiene la mejor colección conservada de palmas en Cuba, una especie muy difícil de coleccionar en el mundo entero, además de un valioso muestrario de ciperáceas o plantas herbáceas y muchos ejemplares típicos de la región tunera.
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