El 6 de mayo de 1961, en una terraza del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín hizo el primero de cuatro retratos al líder cubano. Las coordinaciones para concretar este encuentro las realizó Celia Sánchez y con este conocimiento vuelvo, entonces, a confirmar la silenciosa manera de esta mujer para estar en sitios inimaginados y dar paso a lo fecundo, e imperecedero.
