Las Tunas.- Sustentada en la diplomacia científica del nuevo paradigma Una Sola Salud, la V Convención Internacional Cuba Salud 2025 resulta un evento basado en la ciencia y la innovación que aúna representantes de las investigaciones, la docencia y la práctica médica para aportar a la calidad de vida como derecho de todos.
Desde Las Tunas los jóvenes investigadores, que preceden del Movimiento Científico Mario Muñoz Monroy, hacen gala de su formación de pregrado y posgrado en la Universidad de Ciencias Médicas de Las Tunas y asisten a la cita para mostrar la gestión integral en el sector sanitario sustentada en el desarrollo de saberes.
Entre las más nuevas de la comitiva tunera figura la recién graduada Daimarelis Flores Charles, residente primer año de la especialidad de Prótesis.«Tengo la posibilidad de participar en la Convención Cuba Salud 2025 para exponer el estudio Supervivencia de Pacientes con Cáncer Bucal y Factores Pronósticos Asociados en Las Tunas, que responde a un proyecto de la provincia vinculado al adulto mayor.

«El cáncer bucal es una enfermedad que mantiene muy baja supervivencia de los pacientes y por ello se buscan opciones y alternativas actualizadas para garantizar mejores índices de sobrevida y una mayor calidad de quienes padecen esta afección», enfatizó Flores Charles.
Esta representante considera que asistir representa un privilegio entre las tuneras del sector sanitario de Las Tunas. «Participar siendo recién graduada es un privilegio y espero que el aprendizaje sea favorable para continuar en la preparación científica de mi especialidad».
Con un alto interés por aprovechar las experiencias que puedan satisfacer las necesidades de la población desde la salud para el Doctor en Ciencias Médicas Sergio Orlando Escalona González, especialista en I y II grados en Medicina General Integral, este es el evento más prestigioso a nivel internacional en Cuba de los profesionales del sector.

«Tengo la oportunidad de presentar la conferencia Aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA) en las enfermedades crónicas no transmisibles, para socializar resultados de un estudio que favorece a la especialidad de Nefrología.
«La Enfermedad Renal Crónica (ERC) tiene una alta incidencia en Las Tunas, una provincia que clasifica como la cuarta con mayor incidencia y una de las primeras en cuanto a la mortalidad durante el primer año de los pacientes que se realizan el proceder de hemodiálisis», significa el también Máster en Atención Primaria de Salud.
«Ante participantes nacionales y extranjeros tendré la oportunidad de mostrar qué se hace a nivel de la Medicina Familiar con el propósito de mejorar los indicadores de supervivencia de los pacientes en diálisis, mediante la aplicación de técnicas basadas en algoritmos de la IA para identificar los factores pronósticos de mortalidad y elaborar una estrategia preventiva.
«Los resultados pilotos avalan el estudio en cuanto a la supervivencia y la calidad de vida, pues desde los policlínicos se identifican tempranamente los pacientes con factores de progresión de la ERC a fin de establecer estrategias terapéuticas más certeras para que no progresen a los servicios de hemodiálisis».
Otro delegado a la V Convención es el residente de tercer año de Medicina Familiar, Julio Antonio Esquivel Tamayo, galeno del consultorio médico 16, perteneciente al Policlínico Manuel (Piti) Fajardo Rivera, quien denota la trascendencia de esta magna cita y su impacto para los jóvenes galenos inmersos en procesos doctorales.

«Estar presente implica ya un alto reconocimiento, una oportunidad de crecimiento profesional al intercambiar con otros investigadores y exponer un estudio referente a los principales factores de riesgo de deterioro cognitivo del Alzheimer, que forma parte de mi programa doctoral», precisó.
«La población cubana tiene un marcado envejecimiento poblacional y me enfoco en la predicción de cuáles son los pacientes con un mayor riesgo de tener a futuro la enfermedad de Alzheimer o un deterioro cognitivo leve.
«Resulta impactante que el diagnóstico se hace tardíamente y así se prevé detectar los riesgos a una edad más temprana entre los 40 y los 55 años, lo cual permite que años antes de que comiencen las principales alteraciones a nivel cerebral se pueda intervenir con las terapias existentes», comenta Esquivel Tamayo, quien participará de manera virtual en la III Conferencia Internacional de Atención Primaria de Salud y Salud Pública, con sede en Emiratos Árabes Unidos en el mes de mayo.
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