Margarita Fernández Tamayo es una educadora jubilada, amante de la literatura y la poesía, que en estos momentos se encuentra reincorporada al trabajo como especialista de Literatura en la Casa de la Cultura Tomasa Varona, en esta ciudad.
«Siempre me ha gustado trabajar con los niños y fue por eso que, ante un llamado de Vilma Espín a las jóvenes que quisiéramos optar por la carrera de enseñanza prescolar, me presenté y comencé a estudiar en Santiago de Cuba.
«Luego de cuatro años de estudios, me graduó y comienzo a trabajar en el Círculo Infantil La Victoria, uno de los primeros en esta ciudad».
Por su buen desempeño como educadora, Margarita fue seleccionada para prepararse como subdirectora de la enseñanza prescolar, función que desempeñó hasta el año 1983 cuando pasó a presidir la comisión de prevención social en la provincia. En esa responsabilidad se mantuvo hasta que tuvo que apartarse, debido a las secuelas de un accidente de tránsito.
«A mí regreso, luego de recuperarme del accidente, me incorporo a trabajar como metodóloga provincial de juegos en los círculos infantiles hasta mi jubilación.
«Actualmente atiendo las asociaciones que agrupan a personas ciegas y débiles visuales, sordas e hipoacúsicas y limitados físico-motores. Además, continúo trabajando los talleres literarios con los estudiantes del Seminternado República de Chile».
A Margarita Fernández Tamayo el trabajo con los niños le ha permitido saber que existe mucho amor y respeto de nuestros infantes hacia los símbolos y mártires de la patria, y que podemos tener fe en que la obra de nuestros ancestros tendrá continuidad a través de la más nueva generación. «El futuro está garantizado».
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