Tiempo21 de Radio Victoria

Las Tunas.- En esta oriental ciudad, como en toda Cuba, se han incrementado en los últimos tiempos los establecimientos particulares que expenden productos alimenticios, que unidos a los estatales, aumentan la variedad de ofertas gastronómicas, y a la vez, la necesidad de extremar las medidas higiénicas para evitar brotes de enfermedades transmitidas por alimentos contaminados.

Según criterios de algunos tuneros, muchos puntos de venta, a simple vista cumplen con la higiene, aunque otros, manifiestan sentirse inseguros por el mal aspecto que muestran.

Para Luis Estrada, especialista de higiene de los alimentos en Las Tunas, hay que tener presente elementos como: las altas temperaturas que favorecen la descomposición de los alimentos con mayor facilidad, la refrigeración, el almacenamiento adecuado y cumplimiento de las medidas sanitarias.

Si bien, alimentarse es necesario para la vida, se debe velar porque los alimentos sean inocuos. Y por ello, Luis Estrada insiste en que para no adquirir enfermedades digestivas se debe realizar un trabajo higiénico sostenido a lo largo de la cadena de producción de los alimentos, desde los productores, elaboradores, vendedores y hasta los propios consumidores.

Es cierto, que en ocasiones los puntos de ventas particulares en la ciudad de Las Tunas muestran mejor aspecto higiénico que los propios establecimientos estatales.

Luis Estrada puntualiza que la Protección al Consumidor, no solo es servir bien al cliente o por tener lleno el establecimiento de propaganda al respecto, sino recoge desde el almacenamiento, preparación hasta venta y despacho de cualquier producto.

Aún cuando falta la aplicación de las medidas pertinentes a los infractores, urge concientizar a quienes laboran en cada uno de esos puntos de venta, sobre cuidar y respetar a quienes sirven.

Es cierto, que es baja la percepción de riesgo de la población sobre las normas sanitarias a cumplir en los establecimientos gastronómicos, en ese propósito el primer paso está en comprender que la inocuidad de los alimentos es una responsabilidad compartida.

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