Anabel es una chica hermosa que disfruta la lozanía de su edad joven, pero hoy su vida es más plena porque logra escuchar el mundo al que vino en silencio y cada día intenta comunicarse mejor con él. Con un poco de esfuerzo articula palabras y aunque hay que forzar el oído y prestarle paciente atención, es maravilloso comprobar cuánto bien le ha hecho el implante coclear que posee desde hace 10 años.