Los hechos delictivos estremecen los cimientos de la sociedad, y pueden, junto con la corrupción y otras deficiencias, derrumbar al país y su sistema social.
Durante los dos últimos años más del 50 por ciento del delito se concentra en municipios como Las Tunas y Jobabo, y la incidencia delictiva de la provincia muestra el 40 por ciento en la cabecera provincial.