Las Tunas.- El empleo indiscriminado de agroquímicos en las diferentes tareas de la agricultura y la ganadería es uno de los principales problemas del sector agropecuario a nivel global, con afectaciones significativas a la salud humana y al medio ambiente.
En Cuba, y por supuesto, en la provincia de Las Tunas, se acometen acciones para
disminuir paulatinamente el uso de esas sustancias y, en consecuencia, se consolida el movimiento agroecológico De campesino a campesino, que impulsa la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños.
Para mantener o incrementar los rendimientos de los diferentes renglones, y en
sustitución de fertilizantes, plaguicidas y fungicidas, se utilizan productos biológicos
elaborados en diferentes dependencias del Ministerio de la Agricultura o en las propias fincas de los productores.
En este caso sobresalen el humus de lombriz, sólido o lixiviado, la materia orgánica, el biocompost y las técnicas agroecológicas de rotación e intercalamiento de los cultivos, siembra de plantas repelentes de la fauna dañina, instalación de trampas de colores y la aplicación de insectos benéficos.
Especial mención merece el biofertilizante Ecomic, que se obtiene en la planta de la
cooperativa de producción agropecuaria Calixto Sarduy, del municipio de Las Tunas, con probada capacidad de nutrir plantaciones de frutas, granos y hortalizas.
Tras su aplicación, los componentes químicos contaminan los suelos y las fuentes de
agua naturales, con afectaciones demostradas en la salud de las personas y los animales productivos, así como a especies de la flora y fauna silvestre. Además, afectan a los polinizadores y otros organismos beneficiosos.
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