Benancio Cutiño Núñez conoce bien el mundo de la cocina y en su mirada serena habita la experiencia del ser humano sencillo que se consagra cada día para hacer útiles sus manos.

Hace casi 40 años le pone sazón al alimento en centros estatales, sobre todo, en escuelas y, desde el inicio de la Covid 19, cocina para pacientes y personal de asistencia del servicio de salud José Martí, donde tratan en Las Tunas al paciente positivo asintomático sin comorbilidades.

Le pongo bastante amor e interés cuando voy a cocinar, confiesa, mientras sostiene que lo mismo pudiera ser él o un compañero de trabajo el que está ingresado allí, pues considera que el virus no tiene cara.

Ya son 60 almanaques y aunque respeta el nuevo coronavirus, asegura que se cuida mucho, porque en casa lo espera un nieto y su padre de edad avanzada.

Sazonar los alimentos es asunto de Benancio y esa certeza todos la tienen en uno de los lugares más importantes en esta provincia del oriente de Cuba, donde se le mira a los ojos a la enfermedad.

Su diálogo afable y honesto convoca y por eso Tiempo21 lo reserva para usted.

En audio:

/nre/