Las Tunas.- Ante los desafíos demográficos del país y la demanda de la atención de la población adulta mayor los profesionales de la Enfermería fortalecen la formación del recurso humano a partir de la especialización de la Enfermería Comunitaria y Geronto-Geriátrica, ratificado como consenso en el recién finalizado taller regional de la especialidad que antecede al II Simposio Nacional de Enfermería Comunitaria Rural.
A partir del reto social y las acciones a desarrollar por una década del envejecimiento saludable este personal sanitario, que en el país asciende a más de 20 mil hombres y mujeres inmersos desde el primer nivel de atención, enfoca la mirada en pos de una labor asistencial eficiente con énfasis en la población que vive la década de los 50.
Cuba registra hoy un 25,7 por ciento de su población adulta mayor, de ahí que el desafío del envejecimiento en el ámbito demográfico cubano requiere del quehacer eficiente mediante protocolos asistenciales y herramientas que mejoren la atención y los cuidados según los diagnósticos de evolución y manejo de las personas mayores, significó el jefe del Grupo Nacional de Enfermería Comunitaria, Roberto Roque Vargas.
«De manera práctica los cuidados están dirigidos desde las visitas domiciliarias como integrantes del equipo básico de salud a la prevención de las caídas, la demencia, la depresión, el estado confusional agudo, las úlceras por presión o lesión, los cuidados paliativos y la prescripción de medicamentos, así como el trabajo con las escalas geriátricas de evaluación funcional, que incluye la toma de decisiones en personas con necesidades especiales».
Los adultos mayores demandan acciones multidisciplinarias en distintos contextos y por período de tiempo prolongado aseveró, «por ello la necesidad de una formación continua para cuidadores y la colaboración multidisciplinaria en el manejo de personas mayores, especialmente en la región del oriente, con resultados en la capacitación de cuidadores.
«El personal de enfermería realiza intervenciones en instituciones sociales como las casas de abuelos, y suma también su participación en los hospitales generales para evaluar la morbilidad en pacientes ingresados en los servicios de Geriatría, un quehacer general que enfocado en el nuevo Código de la Familia para contribuir como país a la protección y el bienestar de la ancianidad», acotó el Máster en Ciencias de la Enfermería y miembro titular de la Sociedad Cubana de Enfermería.
Formación de la especialidad Enfermería Comunitaria, apuntes en el oriente cubano
El envejecimiento de la estructura poblacional representa un desafío, entre otros aspectos, porque deriva en el incremento de la relación de dependencia y la formación del recurso humano, que encuentra en la provincia de Santiago de Cuba el territorio pionero en proponer a evaluación la acreditación de la especialidad de Enfermería Comunitaria en la región oriental.
La jefa del grupo provincial de la especialidad en Santiago de Cuba, Yamilet Benítez Lamber, apuntó que «el Grupo de Desarrollo de la Especialidad de Enfermería Comunitaria en Santiago de Cuba mantiene un trabajo sostenido en función del desarrollo de formación con 199 residentes en los diferentes años y unos 201 especialistas formados, un doctor en ciencias y dos especialistas están inmersos en sus tesis doctorales.
«En función del trabajo se priorizan las proyecciones en la formación doctoral, con la realización de dos ediciones de un curso paralelo al de residentes, alcanzando como logro el interés de 10 optantes que se convertirán en futuros doctores», subrayó la también especialista de primer grado en Enfermería Comunitaria.
Añadió que el indicador de la categorización docente de los especialistas es una fortaleza en función de elevar la calidad de los profesores, «es un elemento que favorece el proceso de acreditación de la especialidad en la que ya la facultad se encuentra enfocada para evaluar el impacto social que ha logrado la residencia como parte del desarrollo de la especialidad».
La Enfermería Comunitaria en Cuba aboga por un proceso asistencial y de promoción de salud unida al progreso de la población desde edades tempranas para visualizar el fenómeno demográfico como una etapa de optimización del potencial de bienestar social, físico y mental.
Al cierre de 2024 Cuba registró una población efectiva de más de nueve millones de habitantes y un envejecimiento acelerado de 25,7 por ciento con una población de 60 años y más, con incidencia significativa de la provincia de Villa Clara como el territorio de mayor índice de envejecimiento, en tanto Guantánamo resulta la provincia de menores cifras en este indicador.
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