Las Tunas.- La fortaleza colonial conocida como el Fuerte de La Loma, del municipio tunero de Puerto Padre, fue escenario de una de las acciones más destacadas del Ejercito Libertador durante la Guerra de los diez años por romper el yugo de España.
El enclave militar considerado inexpugnable situado a la entrada de la ciudad, estaba custodiado por una pequeña guarnición, pero podía recibir refuerzos con facilidad, pues protegía uno de los más concurridos puertos de país.
El Mayor General Vicente García González, reconocido entre los grandes líderes independentistas cubanos por sus habilidades tácticas para realizar victoriosos asaltos a pueblos y convoyes, el 14 de febrero de 1877 planeó tomar el fortín.
El Teniente coronel Juan Evangelista Ramírez, a cargo de la acción aprovechó la oscuridad y a las cuatro de la madrugada, sus hombres escalaron a soga las lisas paredes.
La tropa mambisa tenía a su favor la información detallada sobre los planos, ubicación del armamento y la cantidad de efectivos, pero al fallar la sorpresa dio muestras de gran valor al vencer la resistencia enemiga y hacer prisioneros a los defensores.
Tras aprovisionarse de alimentos y pertrechos de guerra y dar un duro golpe moral al enemigo, los Cazadores de Hatuey abandonaron el cerco de la ciudad pues los españoles no se presentaron al combate.
El 4 de noviembre de 1981, el Fuerte de La Loma, también conocido como Castillo Saucedo, fue declarado Monumento Nacional por la Dirección Nacional de Patrimonio del Ministerio de Cultura. En diciembre de 1999, luego de su restauración, fue inaugurado y abierto al público como museo.
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