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Xiomara Peña Vera: un hogar con el amor del sector de la Salud

Las Tunas.- Diversas son las familias, en ellas se fomentan derechos y un entorno colaborativo. Así sucede en una especial, la creada por Xiomara Peña Vera, en la cual predominan los trabajadores vinculados al sector de la Salud Pública.

En su hogar se multiplican quehaceres y responsabilidades a partir de las diversas realidades de sus integrantes con preceptos heredados de generación en generación.

«La familia es el pilar más importante que existe, en la cual se aboga por ser integrados, comprensivos, y ofreciendo amor como parte de la convivencia al interior del hogar», comenta esta tunera quien se mantiene activa a sus 71 años de edad, atendiendo en su labor diaria el despacho de la Dirección General de Salud en Las Tunas.

«Tengo la dicha de que mi hija Jhoannys Diannurys Diéguez Peña vista una cofia con uniforme blanco, como jefa del Departamento de Enfermería, y mi nieta está vinculada a los estudios de esta misma profesión. Provengo de un hogar pobre, viví la crudeza del capitalismo y siempre la Salud Pública, como conquista de la Revolución, nos conmovió a todos», explica Xiomara mientras estampa un sello y voltea su silla para proseguir el diálogo.

«Mi esposo ya fallecido también trabajó en el sistema sanitario y eso implica que no hay tarea difícil si se tiene el apoyo de todos, compartiendo las tareas, son valiosas las buenas relaciones en la familia. Ocupados y preocupados por que se cumpla el quehacer no solo desde el punto de vista profesional, sino de las actividades que nos ocupan».

«En mi casa convivimos cuatro personas: mis dos nietos, mi hija y yo. Todos colaboramos incondicionalmente con mi primogénita, que es la que más responsabilidades tiene por su función en el territorio. También nos dedicamos por entero a mi nieta para que estudie y se dedique al paciente como lo requiere su futura labor.

«En mi hogar es común intercambiar sobre ética, principalmente, y de la consagración al paciente. Tengo un nieto que ya se convirtió en un trabajador de esta sociedad y al cual consagramos los esfuerzos, pues ellos son lo más grande que pueda tener.

«Siempre he vivido para mi núcleo familiar porque es lo que me enseñaron para la seguridad y bienestar emocional de la misma, guiarla de manera integrada y ocupada el uno por el otro», alega mientras desliza sus manos por cada hebra del cabello arreglado con sus dedos largos y finos.

Al lado de la licenciada Jhoannys Diéguez Peña por unos instantes nadie repara en identificar que tiene ese vínculo tan fuerte de madre e hija, se nota un respeto total, un amor indescriptible, que solo ellas pueden dejar ver en una simple pregunta para saber del éxito de la jornada laboral, basta mirar su sinergía y la empatía para argumentar lo que han logrado.

«Siempre tuve el espejo de mis padres, que trabajaron por muchos años en la salud, y mi mamá aún se mantiene trabajando aquí en mi mismo centro de trabajo. Esa es una experiencia que no todos tienen la posibilidad de vivirla, además de ser tu mamá que sea tu compañera de trabajo, es algo muy especial, subraya Jhoannys.

«Otro elemento es el apoyo incondicional ante esta profesión, ellos entienden las largas jornadas, la ausencia en momentos importantes, pero sabes que permanecen ahí y lo más importante son tu soporte. Eso resume el valor de mi familia que se sustenta en el amor».

En ocasión de celebrarse el Día Internacional de la Familia, desde el hogar de estas féminas se promueve su papel fundamental más allá de la familia biológica sino la que se apropia de otros que adoptan como un integrante más, precisa Xiomara en su breve conversación.

«Mi centro de trabajo se ha convertido en mi otra gran familia. Aquí atiendo a muchas personas a las cuales le entrego amor, comprensión y gestiono lo que esté a mi alcance para la satisfacción ante sus problemas.

«Muy especial las relaciones que tengo con la doctora Viviana, logramos mucha empatía y compartimos bien el trabajo. Pienso que en realidad no es que sea su mano derecha, siento mucha admiración y respeto pues es la persona con la cual uno se crece en el trabajo diario, ayudo y me ocupo de revisar cada una de sus tareas junto a la integración con el Gobierno, el Partido y la sociedad».

Xiomara Peña junto a su hija Jhoannys Diéguez.

Fuertes lazos de amor dan lugar a la identidad de esta pequeña familia, esa que busca, se ocupa y trabaja para el éxito de todos sin distinción para fortalecer esta célula básica de la sociedad.

«La familia es lo más importante en la vida de todas las personas, y para mí de forma especial porque son los que, a través de su ejemplo formaron a esta mujer profesional en la que me he convertido a través de los años», subraya Jhonannys.

«Dentro de ese gran amor es indispensable la colaboración para sostener fuera del hogar esos valores que te enseñan tus padres, como la ética, el humanismo y la solidaridad incondicional a tus hijos, y más si forman parte del sector de la salud, porque cada uno conoce la vocación de entrega que nos distingue como personal sanitario».

Significa Jhoannys que tiene la gran dicha de que su hija siga sus pasos, a ella le inculca los principios de la enfermería como profesión, la forma de conducirse, respetar y de entregarse a los pacientes.

«Al hablar de la familia también hay algo importante, no es solamente la que está cerca de uno, sino la que logras construir fuera. Esta profesión me dio la oportunidad de tener a muchas personas que considero como mi familia dentro de los ocho municipios y que llegaron a mi vida a partir de la COVID.

«Esa etapa me permitió conocer a personas maravillosas a las cuales me une un vínculo especial y otros que están muy cerca y siempre me acompañan en los momentos de alegría y de mayor tensión. Sin la familia no somos nadie, aspiro que la mía siga formándose en la Revolución, por el bienestar de las personas, la salud del pueblo y creciendo siempre profesionalmente», precisa.

Ante los hogares multigeneracionales Xiomara distingue como vital la comprensión, «esa responsabilidad y la ética que debe formar como parte de los valores de la familia cubana son indispensables. Pienso que el hogar debe ser sólido, por ello hay que saber entender cada edad y cómo se comporta la persona para sobrellevar y entender los intereses particulares.

«Sueño que mi familia siga desarrollándose con los principios de la Revolución, que mi nieta siga estudiando y se gradúe, en tanto mi nieto siga su crecimiento laboral con la mayor responsabilidad, mientras deseo que mi hija siga cosechando logros en el sector», aseveró Xiomara en pocas palabras.

Esta familia en Las Tunas se convierte en un espacio de igualdad desde una perspectiva de derechos, con un potencial humano distinguido por formar parte de un ejército de hombres y mujeres, responsables con la vida de múltiples familias en la provincia.

/mga/

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