Las Tunas.- Cuando Orney Hernández Nazco decidió establecerse en la zona de La Veguita, del municipio de Las Tunas, sabía que el éxito estaba garantizado, no solo por la calidad de esos suelos, sino porque lo hacía en compañía de su hermano y de Evainis, la mujer que lo conquistó hace unos años atrás.
Nació en Sancti Spíritus y allá se hizo campesino con tierras en usufructo. Y en esa provincia también aprendió muchos secretos de la tierra, especialmente los que permiten grandes producciones de cebolla, ajo, tabaco y otros cultivos, los mismos que ahora siembra.
La Esperanza es el nombre de su finca y es el sentimiento que sobra en los alrededores, tanto en sus animales como en sus plantas. Incluso, lo transmite a los amigos que llegaron a su vida, también como asociados a la Cooperativa de Créditos y Servicios 35 aniversario.
Tiene agua y eso es una bendición en estos tiempos porque asegura resultados satisfactorios hasta en los meses más secos de cada año. Súmese que tiene mucha voluntad de trabajar, sin importar amaneceres o anocheceres, y que se acerca a los de más experiencia para aprender y luego experimentar.
Lo de Orney con la tierra es un vínculo indestructible, evidente en estas palabras que resumen su quehacer de cada jornada.
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