El humor llama la atención y a la vez entretiene. Abordar los pasajes de la vida a través de la parodia o la sátira, tiende a capturar con mayor eficacia a los públicos, porque casi siempre la risa es el antídoto para la realidad. Pero el fin inmediato del humor en tiempos de coronavirus, no es provocar carcajadas, es incitar a la reflexión “en serio”.
