Las Tunas.- Mientras las bisoñas armadas revolucionarias cubanas se batían bravamente en las arenas de playa Girón para defender a la patria de la invasión organizada por el gobierno de los Estados Unidos, al interior del país el pueblo se organizó para neutralizar las fuerzas opositoras que estaban preparadas para secundar a los mercenarios.
En la provincia de Las Tunas, se desplegó un fuerte movimiento popular que contribuyó a desarticular a la contrarrevolución interna.
El combatiente de la Revolución cubana, Raúl Campos dijo en conversación con Tiempo 21 que «la orientación del mando superior era recoger la quinta columna, es decir a los desafectos que tenía el proceso revolucionario y muchos de nosotros cooperamos ayudando a la naciente policía que había aquí. En realidad no fueron presos, sino que se les pidió que no salieran de sus casas, previendo que ocurriera otra cosa más grande».
La Policía Nacional revolucionaria, los órganos del estado y las Milicias Nacionales Revolucionarias recién creadas por Fidel, aúnan esfuerzos.
El combatiente de la Revolución Cubana, Raúl Catalá Verdecia recordó que «entre todos se formaron comisiones y se empezaron a detener a personas que se sabía que estaban luchando para tumbar la revolución. Hasta ahí, ya después que pasó Girón, sí no habían cometido delitos graves, y no estaban implicados en el ataque, pues los soltaron. Se les devolvió su dinero, los carros, las casas y todas sus propiedades».
Cuando se dio a conocer la noticia de la capitulación de los mercenarios «fue un desborde de alegría por el triunfo, porque no fue fácil, costó muchas vidas. Las personas se tiraron para la calle, todo el mundo contento. Se hicieron actos políticos y manifestaciones celebrando que ya se habían podido derrotar» rememoró, Catalá Verdecia.
La victoria de playa Girón fue un éxito de todo el pueblo cubano y dejó clara la convicción de defender a la patria de todas las agresiones internas y externas.
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