Las Tunas.- Las tiendas en Moneda Libremente Convertible reabrieron este lunes en esta ciudad con una característica que supera a las de todas las jornadas antes del cierre del comercio hace casi 20 días: la indisciplina de las personas y las aglomeraciones en un momento pico de la Covid-19 en la provincia de Las Tunas.
En el bulevar de la calle Francisco Vega, en solo la cuadra desde la calle Vicente García hasta la Lucas Ortiz, cerca de las 9:00 de la mañana la cifra de personas aglomeradas debía superar las 400, sin exageración, lo que rompe todos los récords negativos en ese sentido, en torno a dos tiendas y el telepunto de Etecsa, donde se venderían teléfonos y líneas móviles.
Antes de las 6:00 de la mañana ya había coleros por los alrededores de las tiendas que corrían cuando se acercaba una patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), y antes de las 7:00 ya los integrantes de los grupos de apoyo del Gobierno recogieron los carnés de identidad de quienes habían armado las colas en la tienda Innovación, y poco después en La Victoria.

Esto no era lo que se había orientado por las máximas autoridades política y gubernamental de la provincia, que indicaron organizar la cola a las 8:00 de la mañana, y despejar los alrededores de las tiendas de quienes no alcanzaron turnos de acuerdo con los artículos que se venderían, y todo el tiempo, hasta pasadas las 9:30 de la mañana, la excesiva cantidad de personas se mantuvo como al acecho en los alrededores de los comercios a ver qué pasaba sobre la marcha.
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Las colas que debían organizarse con las personas físicamente ya estaban formadas cuando se comenzaron a recoger los carnés, por lo que nadie sabe ciertamente si fueron hechas por los coleros, que por supuesto estaban en cada lugar. Y de eso se infiere la necesidad de perfeccionar los métodos organizativos de ahora en adelante y sobre todo de evitar la presencia de tanta gente en los comercios.
¿Qué hacer entonces?
Indiscutiblemente se impone la materialización del comercio electrónico a partir de la socorrida informatización de la sociedad, que se ha convertido solo en un slogan, pero sin buscar soluciones para evitar la movilidad de las personas y las aglomeraciones.
¿Por qué no buscar iniciativas como Mercazona o la propia Mercasa, aquí en Las Tunas, guiada por trabajadores no estatales? ¿O por qué no establecer turnos por teléfono, por ejemplo, y el cliente buscaría su mercancía en un horario determinado, con la aspiración de que un día no lejano se le lleve hasta su casa, con el pago con una de esas aplicaciones o por transferencia a una cuenta asignada?
No son pocas las opciones que pueden ponerse en práctica con el comercio electrónico y así evitar lo que pasó este lunes en la más populosa cuadra del bulevar, que realmente daba temor, en una semana en que esta provincia tuvo cuatro mil 584 casos positivos a la Covid-19 y de ellos mil 702 en esta ciudad, con 42 fallecidos.
Las colas y las ventas hay que organizarlas de la mejor manera y definitivamente. Si ello es importante, es vital el no permitir que decenas de personas se mantengan aglomeradas, sin que nadie las requiriera. En estos tiempos la exigencia debe primar porque las indisciplinas sociales no se acaban. Si no existe la disciplina consciente hay que imponerla, con métodos, sin excesos, pero con firmeza. Solo así se cortaría definitivamente la cadena de contagio en una provincia donde la pandemia tiende al descontrol porque no se entiende la necesidad de cumplir con rigor los protocolos establecidos.
Son dos puntos que van hacia un mismo objetivo: acabar con los coleros y con las indisciplinas que conllevan a un mayor contagio de Covid-19.
/nre/
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