Las Tunas.- René Pupo es un habitante de esta ciudad, que por razones familiares está en España desde hace unos dos años. Profesor de la Universidad de Las Tunas durante mucho tiempo, ahora vive en Madrid, donde la catástrofe ha tocado a la puerta de los capitalinos y de todo el país, y sobre lo cual nos ofrece sus valoraciones vía Messenger.
¿Cómo es la vida en Madrid hoy?
La situación y la vida ha cambiado de manera radical, Madrid está desolada, la población conmocionada con este virus, las calles solitarias, solo algunos valientes y con necesidades de comprar alimentos o medicinas se atreven a salir.
Madrid se ha convertido en una ciudad fantasma, todo cerrado y vacío no se ve la alegría de hace unos días, este tema de las muertes y los contagios ha tenido una repercusión increible, existe mucho miedo, no hay seguridad.
¿Cuál es tu valoración de la situación desde la perspectiva de un simple ciudadano? Nunca habías vivido una experiencia tan amarga, ¿crees que el país estaba preparado para esta catástrofe?
Este virus ha obligado a todos a pensar que la muerte no sabe de edad. De credo, de nivel social, la muerte nos iguala, se muere el pobre o el rico, el creyente y el que no lo es. Todos nos hemos dado cuenta de que ante este virus y la muerte no tenemos preparación. Todos andamos ante esta crisis que nos pesan los pies tristes pensando quien será el próximo. No hay confianza.
A mi modo de ver las cosas el Gobierno español y el pueblo no valoraron de manera correcta el peligro, faltó previsión y preparación. Aquí falta cultura sobre este tema, hubo mucha indisciplina, también las personas en los bares bebiendo o en los mercados no percibían el peligro.
¿Cómo haces para ir al trabajo y regresar, en medio de las calles vacías pero con un peligro latente?
Soy agente de Seguridad que es una de las actividades que se ha mantenido. Viajo todos los días con una carta que me entregaron en mi empresa, la cual me autoriza a moverme y viajo en autobús o en el metro pero voy triste como el resto sin saber cómo me irá el día, si puede ser que me contagie o no, pero hay que cumplir con el deber de trabajar por convicción y por necesidad.
La esperanza está en la gente a pesar de la tragedia, ¿qué es lo primero que harás cuando acabe esta pesadilla?
Seguro que de esta vamos a salir. El pueblo de España es un pueblo muy grande con una historia muy linda de lucha y sacrificio y de esta situación vamos a salir, la solución y la esperanza está en la gente del pueblo, en su grandeza, en su voluntad de vencer, de luchar siempre sin rendirse y lo vamos a lograr gracias a la unidad de todos, a la entrega de los trabajadores de la salud y además a las medidas que ha ido tomando el Gobierno y los recursos destinados, a la solidaridad, el humanismo y la entrega de este gran país.
Cuéntame de tu impresión sobre los médicos cubanos que están allá
Estamos todos los cubanos muy orgullosos de nuestros compañeros, existe una tradición, tienen un reconocido prestigio por su pofesionalidad, su entrega y su calidad humana, todos hablan para bien de ellos, de su actitud, de su forma correcta de comportarse, de que no conocen el cansancio o la derrota, todos quieren que los atienda un médico cubano, una vez más estoy muy orgulloso de ser un patriota cubano.
¿Qué es lo primero que harás cuando pase la tragedia?
Lo primero que haré cuando esto termine es darle muchos besos y un fuerte abrazo a mi hijo menor que vive conmigo porque solo nos vemos y hablamos. Siento la necesidad de tenerlo y sentirlo.
¿Cómo piensas en Cuba y la gente que tienes acá?
Nunca en 60 años de vida nuestra Cuba había vivido esto y en nuestro país hemos padecido por virus introducidos como parte de la guerra bacteriológica y no convencional.
Pienso mucho en mi Patria, en mis vecinos, mis compañeros de trabajo, en mis amigos y sobre todo en mi familia, mi esposa, mi otro hijo, mis nietas, mi nuera que espera el nacimiento de un varón; en mi hermana y en todos mis seres queridos que son muchos y en la situación difícil que existe hoy allá, pero tengo la seguridad y la convicción de que saldremos de esto y vamos a derrotar a este virus y será una enseñanza más en nuestras vidas.
Les quiero enviar un abrazo bien fuerte a todos los cubanos, no importa donde estén, sin distinción de afiliación política, ni creencia religiosa, ni dinero que tenga en el bolsillo o en la cuenta bancaria, es tiempo de andar unidos y luchando por la familia y por un mejor futuro.
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