Las Tunas.- El uso sistemático de nutrientes biológicos es una de las acciones que desarrollan los campesinos, cooperativistas y productores estatales de la provincia de Las Tunas para enfrentar la mala calidad de los suelos del territorio, valorados de muy dañados en el 78 por ciento de su totalidad.
Así lo informó Yordanis López Martí, jefe del Departamento de suelos y fertilizantes en la Delegación del Ministerio de la Agricultura, quien añadió que la escasez de abonos químicos no puede impedir el acopio de granos, viandas, hortalizas y frutas.
Para contribuir al objetivo primordial de producir alimentos, el experto sugiere los bioproductos que fabrica el Grupo Empresarial Labiofam, disponibles en los puntos de venta del Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura, Gelma.
Igualmente se dispone de Codafol, Laibono y Bayfolán, fertilizantes líquidos comprados en el extranjero, cuya existencia no es suficiente; pero, aportan varios de los elementos nutritivos indispensables para el desarrollo vegetativo de las plantas, especialmente los renglones que se exportan o sustituyen importaciones.
En los ocho municipios tuneros se ha incrementado la atención y el financiamiento, como parte del programa nacional de conservación y mejoramiento de suelos; y un ejemplo concreto fue el año 2019, cuando se entregó un millón 490 mil pesos.
Esa cifra no satisface la demanda, pero es una contribución para estimular a los productores y corregir las deficiencias que existen, entre ellas, erosión, problemas de pendiente, drenaje, poca profundidad efectiva, salinidad, baja fertilidad natural y acidez.
En Las Tunas falta mucho por hacer, aunque se dan pasos concretos en varias fincas y entidades estatales, así como en los diez polígonos demostrativos de suelos.
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