Las Tunas.- Apenas 162 mil 238 personas residían en las zonas rurales de Las Tunas al cierre del año 2024 y eso indica la preocupante realidad de que cada vez son menos los que se dedican a producir los alimentos que consume toda la población.

Según datos de la sede local de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, el pasado calendario, en el territorio tunero se registró un total de 475 mil 343 habitantes; 313 mil 105 de ellos, domiciliados en las ciudades y los poblados de esta provincia.

La disminución de la población rural es un fenómeno alarmante, con un notable impacto en la garantía de fuerza de trabajo para acometer la siembra y cosecha de cultivos varios, la crianza de ganado mayor y menor y el desarrollo cañero azucarero, forestal y tabacalero.

A la migración, interna en su mayoría, se suma el envejecimiento de quienes deciden permanecer en el campo y la baja natalidad entre las mujeres con edad reproductiva, además de la voluntad familiar de que los hijos y nietos estudien y residan en otros escenarios.

Como condicionales objetivas a dicha disminución se señalan los serios problemas con la transportación desde y hacia las rutas rurales, las escasas opciones de recreación y la insuficiente comercialización de algunos productos de primera necesidad.

Se suma la constante ocurrencia de hechos delictivos que no solo incluyen al hurto y sacrificio de ganado mayor, sino que se extienden a las plantaciones de granos, viandas, frutas y hortalizas, los animales de corral, la maquinaria agrícola y otros recursos.

En dichas zonas del territorio tunero faltan acciones para consolidar la ruralidad, programa de gobierno que pretende devolver la vitalidad a los barrios y asentamientos, de modo que la población regrese o que los que están ahora no se vayan.

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