La Habana.- Ernesto Guevara, el Che, fue uno de los pilares del éxito de la Revolución cubana en enero de 1959, así como una figura clave durante los primeros años del gobierno instaurado en la isla tras el triunfo de los rebeldes liderados por Fidel Castro.
El 14 de junio de 2018 se conmemoran 90 años de su nacimiento. A propósito de la fecha, la doctora Aleida Guevara, hija del Guerrillero Heroico, dialogó con Prensa Latina sobre los ideales de su padre en la Cuba actual y lo que resta por hacer en esta nación caribeña para honrar su legado.
Al decir de Aleida, colaboradora del Centro de Estudios Che Guevara, el pensamiento del Che está vigente a diario en la sociedad cubana desde el mismo saludo matutino de los estudiantes de primaria y el lema que alude al legendario combatiente internacionalista: Pioneros por el comunismo: !Seremos como el Che!.
Precisamente, una de las funciones del centro es analizar cómo el Che llega a los más pequeños. «Hemos trabajado con grupos de niños y son muy simpáticas las cosas que pasan cuando les explicas valores como el internacionalismo», comentó la entrevistada.
«Una vez, conversando sobre este tema, se levantó un niño y le dijo a otro: Oye, chico, tú lloras todos los días porque tu mamá fue a trabajar a Venezuela. Chico, tú mamá es igualita al Che, ¿por qué lloras?».
Ese niño –continuó la pediatra– llegó a una conclusión propia sobre qué es el internacionalismo en la actualidad y fue capaz de asociarlo al Che. «Eso es lo que nosotros queremos, que su figura esté ahí, de manera permanente, tal vez como una de las bases para la educación de nuestros jóvenes».
Según Guevara, existen experiencias excelentes en muchas escuelas, aunque no las conoce todas. Sin embargo, sí se refirió a Solidaridad con Panamá, centro único de su tipo en el país, diseñado para niños con necesidades especiales, limitaciones físico-motoras o mentales.
Allí -aseguró– es fantástico el trabajo humano que se realiza. Es el tipo de escuela donde los maestros no solo enseñan Matemáticas, Español o Física, sino los valores de la vida, la solidaridad, el respeto al ser humano, el amor a todos. Y también esos son valores del Che.
Creo que, si logramos tener ese tipo de escuelas, entonces tendremos garantizada la infancia, y eso es muy importante para nuestro país. «Cuando conseguimos que un niño ame a su escuela y se identifique con ella, ese niño crecerá con el deseo de saber, de aprender y de ser útil socialmente, que para nosotros es fundamental».
A propósito de los valores y el pensamiento de su padre, Aleida Guevara trajo a colación el proceso de actualización del modelo económico y social en curso en Cuba. ‘Tenemos que mejorar la economía del país, eso es innegable, pero sin olvidar la formación de los valores. Si solamente resolvemos los problemas materiales y nos olvidamos del ser humano, perderemos’, dijo.
Lo que resta por hacer
De acuerdo con la doctora Guevara, el legado del Che se aprecia a diario en distintas esferas y procesos de la Cuba de hoy, incluida la propia actualización económica y social, sin embargo considera que no es suficiente y aún resta estudiarlo y practicarlo más.
«¿Qué es lo más apremiante? Desde el punto de vista de la economía, el Che planteó asuntos que no se pueden obviar de ninguna manera, por ejemplo el hecho de que la calidad es el respeto al pueblo. Es una frase muy sencilla, pero realmente importante para las personas».
«Que un trabajador nuestro no pueda comprar todas las cosas necesarias para vivir con el salario que percibe es un problema serio que la Revolución enfrenta y trata de resolver». El objetivo -apuntó– no es ser millonarios, pero tampoco que las familias dependan de remesas del exterior.
El Che -recordó– pensó en estas cosas desde el primer momento, cuando hablaba de la necesidad de obtener y comerciar derivados de la caña de azúcar y no dedicarse únicamente a la materia prima.
«Ahora estamos empezando a hacerlo, pero mira cuánto nos hemos demorado. En ese sentido, el Che debe estar más presente en nuestra economía», comentó.
Por otra parte, al analizar algunas tendencias económicas se aprecia que el Che nos falta en varios aspectos, entre ellos la planificación. «Se planifica mucho, sí, pero, decía él mismo, esta falla si los obreros no la reconocen o no están conscientes de ella».
A la par, añadió Guevara, no puede perderse nunca algo dicho por su padre: la sociedad tiene que ser una gigantesca escuela donde se vaya formando el hombre nuevo. «Si nada más se piensa en el bolsillo, en cómo vivir mejor, puede olvidarse que buscamos una sociedad diferente, y ese es un peligro real en los últimos tiempos», apuntó.
De acuerdo con Aleida, en Cuba se descuidaron muchas cosas, aunque también debe reconocerse que el país fue golpeado severamente durante momentos adversos, como el período especial.
«Se buscaron soluciones, quizás no las mejores, pero fueron las de esas circunstancias. Ahora estamos a tiempo de encontrar otras: rectificar es una de las cualidades bellas del proceso revolucionario», opinó.
En cuanto a la figura del Che dentro de todo lo deseado para el país, la doctora Guevara señaló que esta no puede quedarse solo como imágenes o textos en las escuelas. ‘Esa es una de las deudas que tenemos’, consideró.
Según ella, en uno de sus discursos a los jóvenes el Che planteó que la meta de las nuevas generaciones era olvidarlos a él y a Fidel Castro. «Cuando lo escuché me pregunté: ¿está loco mi papá? ¿Cómo va a decir eso?» Pero lo que quería decir era que cuando, en el futuro, pudiéramos olvidarnos de ellos sería porque ya habríamos conseguido llevar a la práctica todo lo que nos enseñaron.
«Eso era lo que el Che estaba pidiendo: que lográsemos llegar a un escalón superior, entonces habremos cumplido». (Luis Antonio Gómez Pérez/PL)
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