Las Tunas.- Otro enero de victorias acaba de ver la luz, iluminando las palmas reales de los campos, calentando a la mariposa blanca y permitiendo el vuelo de los tocororos como símbolo de cubanía, de libertad y de la soberanía que llegó en 1959 y que los cubanos defienden más que con armas, con ideas.
La Revolución Cubana cumple 59 años, casi seis décadas de un intenso bregar entre sabotajes, bloqueo económico, financiero y comercial, y otras acciones desestabilizadoras que no han podido con la sapiencia de los dirigentes ni con el pueblo que siempre los apoya.
El primer amanecer revolucionario sorprendió a muchos hijos de esta tierra, en las grandes ciudades o en los pequeños poblados, a pesar de que, desde mucho tiempo antes en la Sierra Maestra se gestaban aires de libertad, de progreso y de igualdad.
Ese día, el presidente títere, Fulgencio Batista, huyó junto a sus más cercanos colaboradores y desde el Oriente, el joven revolucionario Fidel Castro protagonizó una Caravana de la Libertad que llenó de júbilo, alegría y compromiso cada pedazo de la Carretera Central hasta su entrada victoriosa en La Habana.
La patria que soñaste seguira tu legado ,vivira la #revolucioncubana. cada Enero sera de Victoria Fidel.@brigadacubanae @embacuba_ecuad pic.twitter.com/2hxnI2u5SI
— idalberto (@icreaghbandera) 31 de diciembre de 2017
Un enero y después, todos los eneros, han marcado el camino de años victoriosos para la Patria, de éxitos culturales y deportivos, de avances en la economía, de relaciones solidarias con otros países y de mejoras en los servicios de la salud y la educación.
Y, especialmente, el primer mes de cada año es un período de reafirmación revolucionaria, de establecimiento de metas, de unidad entre los factores, de trabajo y de confianza en el futuro.
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