Las Tunas.- La construcción del incinerador de cadáveres y restos óseos que se ejecuta en las afueras de la ciudad de Las Tunas, se continuará el próximo año, informó Héctor Feria Ávila, subdirector de Higiene y Necrología en la Dirección Provincial de Servicios Comunales.
Dijo que la obra civil está al nivel de anilla y fue necesario paralizarla pero ya se aprobó un financiamiento para recomenzarla en el 2020 con la intención de abrir lo más pronto posible un servicio cada vez más solicitado por los tuneros y que evitará entre otros, el gasto en la construcción de bóvedas y osarios, la fabricación de sarcófagos y cajas de restos.
En el caso de Las Tunas también ahorraría por concepto de trasportación incluido el combustible hasta de Holguín, Camagüey y en ocasiones a Santiago de Cuba, donde son actualmente cremados los cadáveres de esta provincia.
Feria Ávila informó que el territorio cuenta ya con parte del equipamiento necesario para el incinerador como balones de gas, quemadores y otros medios necesarios para someter a calor extremo el cuerpo humano sin vida hasta convertirlo en cenizas, una alternativa cada vez más extendida en Cuba.
La incineración implica menos sufrimientos durante los procesos de inhumación y exhumación y en materia medioambiental evita riesgos de contaminación pues los microorganismos patógenos no pueden resistirse a las elevadas temperaturas.
El subdirector de Higiene y Necrología en la Dirección Provincial de Servicios Comunales añadió que la cremación de los cadáveres anula la emisión del gas metano resultante de la descomposición orgánica y es una opción económica, práctica y rápida que además puede ayudar en la solución del problema de poco espacio de algunos cementerios.
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